La Guardia Civil esclarece tras 13 años de investigación el llamado crimen del churrero

 Los investigadores se han desplazado a Francia y Austria para detener a dos de los asesinos mediante Comisiones Rogatorias Internacionales coordinadas por la Fiscalía de Cooperación Internacional General del Estado

 Los detenidos pertenecen a una Organización Criminal itinerante de origen Balcánico que durante más de 15 años ha operado en varios países europeos18 de septiembre de 2017.- La Guardia Civil de Cádiz en el marco de la denominada operación “ALGORITMO”, ha puesto fin a una de las investigaciones por homicidio más largas y complicadas para la Guardia Civil, el “Crimen del Churrero” se cometió en 2004, y ha tenido 13 años tras la pista de los asesinos de Antonio Romero y su esposa Manuela, con casi 80 años de edad, los cuales  fueron brutalmente atacados mientras dormían en su domicilio de Chiclana, de madrugada y sin ninguna posibilidad de defenderse.

Este crimen se convirtió en un objetivo prioritario para los investigadores, que nunca abandonaron la investigación, hasta su total esclarecimiento 13 años después, en la que se han identificado y detenido a los 4 autores de los asesinatos. Los detenidos pertenecen a una Organización Criminal itinerante de origen Balcánico que durante más de 15 años ha operado en varios países europeos. Para llevar a buen puerto la operación, los investigadores se han desplazado a Francia y Austria para detener a dos de los asesinos mediante Comisiones Rogatorias Internacionales coordinadas por la Fiscalía de Cooperación Internacional General del Estado.

 

El crimen del churrero  

 

En la madrugada del 23 de septiembre de 2004, un grupo de 4 hombres con manifiesta intención de robar, asaltaron una vivienda en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Allí se encontraban durmiendo Antonio Romero Núñez, conocido como “El Churrero”, de 78 años de edad y su esposa Manuela Núñéz Núñez de 79 años. El objetivo de los asaltantes era abrir la caja fuerte del inmueble, presumían que allí había una gran cantidad de dinero. La violencia que emplearon fue tan extrema, que los golpes causaron la muerte inmediata de Antonio y provocaron lesiones graves a Manuela, la cual murió meses después a consecuencia de la agresión. Los informes médicos revelaron el infierno que sufrió Manuela durante los meses que se mantuvo con vida hasta fallecer. 

José Manuel, uno de los hijos del matrimonio, visitaba a sus padres cada mañana, fue quien los halló en la vivienda y alertó a la Guardia Civil y a los servicios sanitarios, quienes certificaron la muerte violenta de su padre y trasladaron a su madre al hospital en estado crítico. Los delincuentes habían registrado completamente la vivienda y se habían llevado unos 10.000 euros. Tras el levantamiento del cadáver se realizó una inspección ocular pormenorizada en la que se recogieron numerosos vestigios que han resultado de sumo interés para la investigación, destacando un pequeño reguero de sangre que uno de los asaltantes dejó en el muro por el que accedieron a la vivienda.  

 

Operación “ALGORITMO”

Tras 10 años de investigaciones y de seguir hasta 30 líneas  de investigación, los guardias civiles habían tomado muestras de ADN, pedido colaboración ciudadana, se investigó a delincuentes y toxicómanos de la zona, a familiares, se analizaron cuentas bancarias, tráficos de llamadas, cartas anónimas, listas de urgencias de centros médicos, se llevaron a cabo intervenciones telefónicas y registros domiciliarios infructuosos, se reconstruyó la vida del matrimonio de ancianos en los últimos años analizándose en profundidad su vida, familiares, amistades, personalidad, forma de relacionarse, gustos etc., sin que se obtuvieran resultados positivos, únicamente llegaban a descartar hipótesis sin que ninguna condujera la investigación al lugar adecuado. 

Pero el Crimen del Churrero era un caso de asesinato nunca olvidado y tras varias reaperturas fallidas, es en 2014 cuando la Operación Algoritmo se reabrió de manera definitiva hasta su resolución. Para ello se volvieron a analizar exhaustivamente cada uno de los atestados instruidos, líneas de investigación, informes operativos, fichas de objetivos y cualquier documento, anotación y organigrama elaborados por los anteriores investigadores. Se empezó “de cero”.Las investigaciones llevadas a cabo en esta última etapa, se basaron en la teoría de que los asesinos de Antonio y Manuela tenían que ser delincuentes especializados en el robo en viviendas y que éstos habían dejado restos biológicos en el inmueble asaltado. En base a esta tesis, se trabajó en la identificación de este tipo de delincuentes y en la obtención de sus perfiles genéticos para cotejarlos con las muestras dubitadas halladas en la vivienda. Hay que resaltar que esta línea de investigación resultó muy complicada debido al tiempo transcurrido, corría el año 2014 y había que identificar ladrones de viviendas que actuaron una década antes. Además el robo en interior de viviendas es un delito algo común por lo que la lista de delincuentes con estos antecedentes era bastante amplia. Otra dificultad añadida fue el hecho de que la mayoría de ellos carecían de reseña genética ya que en 2004 no estaba instaurada del todo este tipo de reseña.Todas las investigaciones llevaron a los guardias civiles a identificar a    una organización de origen balcánico dedicada al robo de viviendas y que pudo operar en aquella época en las provincias de Sevilla y Cádiz. Estaba formada por unos 30 individuos de la antigua ex Yugoslavia, con antecedentes violentos y con delitos cometidos en distintos países de Europa y en varias provincias españolas. Se trataba de una Organización itinerante cuyos miembros lograban circular libremente por Europa mediante la utilización de distintas identidades. A uno de los ahora detenidos le constan 13 identidades distintas sólo en nuestro país.A través de un minucioso trabajo de investigación, se llegó a obtener un resultado positivo en ADN que situaba a uno de los investigados en la casa del los fallecido la noche de autos, por lo que a partir de aquí los trabajos se fueron acelerando, a pesar de lo complicado que es investigar y seguir el rastro a este tipo de delincuentes.Tras la localización, detención e ingreso en prisión a principios de 2016 en Sevilla de A.S. de 41 años de edad y natural de Skopje, Macedonia, las investigaciones se fueron acelerando, hasta dar con la pista de E.B., de 58 años de edad y natural de Orasje, Bosnia Herzegobina, cuya detención se practicó en Sevilla en mayo de 2.016.Después de estas detenciones, identificó a los otros dos integrantes del grupo que cometieron el asalto, S.S. de 30 años de edad, natural de Macedonia, menor de edad en el momento de los hechos, y que en la actualidad se encuentra cumpliendo condena en Nantes, Francia por hechos de similar naturaleza. El grupo lo completaba Z.B. de 38 años de edad y natural de Kosovo, el cual se encontraba cumpliendo condena en Austria en el momento de solicitar su extradición a España, si bien, antes de formalizarse, protagonizó una fuga de la prisión donde estaba recluido que le llevo a esconderse en numerosos países europeos, baste decir que en el momento de ser detenido de nuevo, utilizaba 13 identidades diferentes. Tras su nuevo ingreso en prisión, fue extraditado a España tras aprobarse la Comisión Rogatoria Internacional que permitía su traslado.Con estas detenciones se pone fin a una de las más complejas investigaciones por asesinato llevadas a cabo por la Guardia Civil, y donde los avances en materia de Criminalística y la excelente cooperación entre Cuerpos Policiales de la Unión Europea y autoridades judiciales a nivel internacional han resultado determinantes. Las investigaciones han sido tuteladas por la titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de los de Chiclana de la Frontera. 

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