El colectivo considera propio de países subdesarrollados que, en plena pandemia del coronavirus, uno de los patios siga cerrado desde hace diez años y los 150 alumnos y alumnas que deberían jugar en él tengan que conformarse con estar en uno de los pasillos de acceso al colegio con un suelo empedrado que no reúne las mínimas garantías de seguridad.
El AMPA recuerda que “el entonces aspirante a alcalde, José Ignacio Landaluce, dijo en marzo de 2011 que cuando él fuera elegido lo arreglaría en dos meses. Ya han pasado 120 meses y el patio sigue cerrado”.
Los padres lamentan también que el aula matinal tiene una grieta que coge la pared entera y por la que se puede mirar y ver el exterior. “Tan mal está el aula matinal que los niños y niñas tienen que usar el salón de actos”, lamenta.
“Dejen ya de mentirnos, que no somos tontos, y actúen con urgencia. Esta situación no admite excusas. Dejen de hacer declaraciones pomposas y aprobar mociones en el Pleno que no sirven para nada. Manden ya a los albañiles y hagan una reforma integral del colegio. Nuestros hijos e hijas tienen los mismos derechos que los suyos a la educación, la salud y la seguridad. Y por esos derechos y su bienestar vamos a seguir luchando”, han concluido.
