Las cocineras de los cuarteles militares de la comarca llevan ya cinco meses sin cobrar

La central sindical CGT denuncia la precariedad laboral de las trabajadoras de la Empresa Dulcinea Nutrición S.L. que trabajan en los acuartelamientos de San Roque y San Fernando, y señalan como causantes a “la corrupción e irregularidades del Estado monárquico español, la familia Franco, el propio Ministerio de Defensa, los gusanos en la comida de los cadetes del cuartel de Camposoto destapadas por un conocido programa de televisión, impagos a Seguridad Social y de nóminas y esquirolaje externo por parte de la citada empresa durante la huelga indefinida de las trabajadoras de San Roque y San Fernando convocada por este sindicato”

Debido a esta situación “insufrible”,  las cocineras de San Fernando y San Roque se han concentrado este viernes a las puertas del cuartel de  Camposoto,  San Fernando, donde también acuden unos 800 cadetes o alumnos para hacer la instrucción y formar parte del Ejército Español pertenecientes al  Centro de Formación de Tropa Número 2 (CEFOT 2), cuya vida castrense consta de una primera fase de formación militar general y, tras la jura de bandera, una segunda fase de formación centrada ya en las especialidades elegida por cada alumno.

Los trabajadores de San Fernando y San Roque no accedían a las instalaciones para prestar el servicio de comedor desde el 1 de octubre al no cobrar desde hace meses varias nóminas el contrato de Defensa con Dulcinea. El sindicato CGT OO.VV del Campo de Gibraltar ya explicó que los trabajadores  solamente  acudían a la entrada del cuartel solamente para firmar cuando los mandos militares en Sevilla ordenaron que se prohibiera la entrada de las trabajadoras a sus puestos de trabajo en los cuarteles por la deuda que Dulcinea Nutrición S.L mantiene con la Seguridad Social.

El conflicto en el acuartelamiento de Camposanto también vino tras la polémica surgida a principios de este año por la calidad de la comida que servía Dulcinea Nutrición a los militares en formación que se ubican allí. Fue en febrero cuando salió a la luz que en la comida del menú que preparaban había decenas de gusanos.

Por otra parte, apuntan a que “varias empresas están interesadas en ser la concesionaria de los comedores y cocina de los cuarteles del Ministerio de Defensa, pero en cuanto ven la precaria situación que hay en Dulcinea se echan hacia atrás en sus pretensiones”.

“La ley prevé en el artículo 211 de la Ley de Contratos del Sector Público la rescisión de los contratos por impago a los trabajadores, pero, sin embargo, ninguna Administración ha hecho uso de esta posibilidad todavía para salvar a los trabajadores de Dulcinea S.L. mediante subrogación, una empresa que está bajo el accionariado de la familia Franco. La familia Franco posee un 17 por ciento de participación de la empresa sita en Puerto Llano, Ciudad Real. El contrato fue adjudicado por 1.752.000 euros”, apuntan.

CGT denuncia “cómo la derecha “patriota”, se da golpes de pecho entre banderolas rojigualdas, pulseras y juras civiles de bandera, mientras el pueblo sufre las consecuencias de la precariedad laboral. La Defensa Nacional del país, así como sus cadetes, no están bien alimentados ni por la empresa concesionaria ni por el Ministerio de Defensa. Como decía el poeta Antonio Machado: En España lo mejor es el pueblo. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva”.

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