El Estrecho, uno de los espacios en los que se ha diseñado un protocolo para identificar microplásticos

Este proyecto pionero, desarrollado en el marco del Proyecto Libera, impulsado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, ha llevado a cabo durante un año pruebas de campo en más de 30 ríos y estudios en laboratorios, que han contado con la colaboración de la Universidad de Sevilla, entre otras entidades académicas y de investigación.

Para el biólogo David León, coordinador del proyecto Microplásticos en Ríos de HyT, el convenio con el proyecto Libera “nos ha dado la oportunidad de poner en marcha una herramienta aplicada a la gestión, la participación, la investigación y con un elevado potencial de sensibilización y cambio de actitudes frente al medio natural”.

Sara Güemes, coordinadora del Proyecto Libera en Ecoembes, ha subrayado que la iniciativa “pone por primera vez a disposición de investigadores, técnicos de espacios naturales, confederaciones hidrográficas, docentes, entidades de voluntariado y público general una herramienta aplicable, adaptable y escalable a las diferentes necesidades y objetivos de cada iniciativa”.

Los ríos muestreados, principalmente de Andalucía, pertenecen a los siete ecosistemas terrestres más representativos de España, como son el acuático interior, el agrícola y parameras, bosque atlántico, bosque mediterráneo, bosque de ribera, hábitat costero y de montaña y rocoso, y algunos se encuentran en espacios protegidos, como las Marismas del Odiel, Doñana o el Estrecho de Gibraltar.

La metodología podrá ser empleada tanto a nivel nacional como internacional por otros estudios similares que requieran de muestreo de microplásticos en ríos y aguas continentales, así como por distintos perfiles, desde el profesorado de secundaria hasta equipos de investigación, asociaciones técnicos de espacios naturales o de Confederaciones Hidrográficas.

Según los responsables del Proyecto Libera, este protocolo tiene una gran importancia, ya que, pese a que el 80 por ciento de la basura que llega al mar proviene de tierra, los ecosistemas terrestres y fluviales son menos estudiados que los océanos, donde se estima que cada año llegan cerca de diez millones de toneladas de basura.

Miguel Muñoz, coordinador de Libera en SEO/BirdLife, ha recordado que “nuestros mares y océanos albergan entre 5 y 50 billones de microplásticos, los cuales entran principalmente por los cauces fluviales, por lo que conocer el estado de salud de nuestros ríos es fundamental para abordar el problema desde el origen”.

El muestreo se ha basado en los fragmentos que se encuentran en la columna del agua en flotabilidad positiva o neutra, es decir, en los primeros centímetros de la masa de agua, y ha tenido en cuenta si el río o arroyo es vadeable, en cuyo caso se ha tomado la muestra directamente, o con corriente fuerte, donde se ha actuado desde una estructura perimetral (puente, dique) o flotante (embarcación).

Esta iniciativa ha contado con la ayuda de expertos y científicos de Fredonia State University of New York, Marine and Environmental Sciences Centre (MARE), Florida Microplastic Awareness Project, Coalition Clean Baltic, Adventure Scientists Global Microplastics Initiative, Asociación Vertidos Cero y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco)

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