Transportistas marroquíes denuncian que la Guardia Civil les multa por la carga de gasoil

El presidente de la Federación marroquí de Transporte y Logística, Abdelilah Hifid, explicó a Efe que la Guardia Civil aplica una ley que estipula que los transportistas TIR de fuera de la UE no pueden ir cargados con más allá de 200 litros de gasoil, pese a que sus depósitos son de hasta 1.500.

Esto obligaría a cada camionero a repostar 1.300 litros en España, donde el litro de gasoil cuesta actualmente 27 céntimos de euro más que en Marruecos (1,03 frente a 0,76 en Marruecos), lo que supone un gasto suplementario de 350 euros por cada camión.

Los agentes de la Guardia Civil en Algeciras están multando a todos los camiones que transporten más de 200 litros, con sanciones que van de los 200 a los 700 euros, y los controles se han ido endureciendo en los últimos meses y semanas.

Aunque la Guardia Civil no respondió a las preguntas de Efe, fuentes de la Agencia Tributaria Española dijeron por su parte que, efectivamente, se trata de un artículo del acuerdo bilateral hispano-marroquí de 2012 sobre el transporte internacional, que establece que solo podrán importarse 200 litros de carburante exentos de impuestos.

Las fuentes puntualizaron a Efe que “los controles -de la carga de combustible- se hacen puntualmente, no masivamente, en función de los riesgos que se detecten en unos casos determinados. No hay ningún cambio en este sentido”, precisaron por correo.

Según dijo a Efe Nouredinne Addib, director general de Transportes del Ministerio de Transportes, el pasado fin de semana fueron multados sesenta camiones en España porque los controles, antes aleatorios, “ya son sistemáticos”.

Aunque Addib y Hifid reconocen que la Guardia Civil no hace sino aplicar la ley, se preguntan por qué durante años no se ha aplicado y ahora se hace con tal celo, y piden ambos a España que relaje los controles mientras se busca una solución negociada, en lugar de aplicar “decisiones unilaterales”.

UNA DECISIÓN POLÍTICA

El problema -explica Addib- rebasa con mucho al sector del transporte: el precio que los camioneros van a tener que pagar si compran el gasoil en España va a repercutir en el precio del producto que transportan, y va a demandar una gran salida de divisas (150 millones de euros anuales), más necesarias que nunca en tiempos de crisis.

Por ello, el departamento de Transportes ha organizado ya varias reuniones con responsables de Aduanas, Impuestos (Hacienda), Comercio Exterior y hasta el Ministerio de Exteriores para tratar de buscar una estrategia común del Gobierno marroquí que empuje a España a la negociación, dijo Addib.

Aunque algunos medios marroquíes han hablado de “guerra comercial”, ni Hifid ni Addib piensan que este sea el caso, pero piden que los españoles se sienten a buscar una solución a corto plazo, solución que para Addib debe alcanzarse más adelante con la UE, con la que Marruecos no tiene ningún convenio de transporte.

¿POSIBLES REPRESALIAS?

El director de la Asociación Marroquí de Exportadores (ASMEX), Hassan Sentissi, levanta la voz al evocar el problema: “España se ha equivocado, esto no puede hacerse siendo como es nuestro principal socio comercial, en compras y en ventas. Lo normal es no molestar al socio y al amigo”, dice.

Sentissi se pregunta por las razones de este súbito interés en el cumplimiento de la ley y cita como ejemplo a quienes lo atribuyen al comienzo de la temporada de los cítricos, un producto en el que España y Marruecos compiten en Europa.

Pero sí advierte que “si aplicamos la reciprocidad, España puede salir perdiendo”, pues “podríamos encontrar nuestros motivos para molestar a los transportistas españoles en Marruecos”.

Al respecto, Addib recuerda que durante mucho tiempo Marruecos ha sido tolerante con una práctica irregular de los camioneros españoles: cuando salen de Marruecos, suelen hacerlo con el remolque lleno de mercancía local que teóricamente solo pueden vender en España pero que “sabemos que venden en otros países de Europa”, dice.

Y aunque no se muestra partidario de hacerlo, sí cree que este ejemplo sirve para mostrar que la ley puede aplicarse con más o menos celo, por lo que pide a los españoles dejar de aplicar el control sobre el combustible mientras se estudia una solución. “Dentro de la concertación y la solidaridad”, subraya.

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