Charcutería Mary y Sandra. Tres generaciones con el mercado de abastos en el ADN

Corrían los difíciles años de la posguerra cuando Salvador Chaves, siendo prácticamente un niño, comenzó a buscarse la vida en el negocio de la alimentación. Se dedicaba a la venta a granel de todo tipo de productos, como azúcar, sal, tocino, el chopped que traían de Gibraltar…

Su dedicación pronto le valió la posibilidad de adquirir un viejo puestecito de madera en el mercado de abastos. Aquel puesto fue el germen de la actual Charcutería Mary y Sandra. Allí, Salvador proveía a las pequeñas tiendas de Algeciras de todo tipo de productos a granel, como garbanzos, harina, tocino, huesos…

Con el paso de los años, de los tres hijos de Salvador, sólo la mayor, María, seguiría los pasos del negocio familiar. Uno de ellos, Juan Carlos Chaves, pronto emprendió el camino de la radio, que le llevaría a ser director nacional de Cadena Dial, de las emisoras musicales del Grupo Prisa y actualmente brand manager de Alejandro Sanz.

Pero el negocio familiar tenía escrita su propia historia. Con tan sólo once añitos, Salvador decide sacar a su hija María del colegio y ponerla a trabajar en el puesto del mercado. Eran otros tiempos, y la necesidad obligaba. Ello haría que el puesto del mercado pasara a formar parte de forma indisoluble de su vida.

Sin embargo, esa relación se vio interrumpida durante un tiempo. María Chaves se casó y dejó el mercado para formar su propia familia. Ya en los años ochenta, con sus hijos ya criados, María volvió a trabajar, en esta ocasión para el supermercado Girán.

Pero el vínculo sentimental con la plaza era enorme, y María Chaves terminó montando en 1992 el puesto con el que continuaría el legado de su padre.

Toda una vida

Sandra, la hija de María, es ahora la tercera generación al frente del negocio familiar. Pero con ella, incansable, siempre permanece María como enseña del puesto: “No la echas del puesto ni con un látigo. Ni pandemia ni nada. Es su vida”, relata Sandra, que explica cómo, a la vuelta del mercado hacia su casa de Las Colinas, María siempre solía darse un baño con su marido en la playa de Los Ladrillos.

“Ahí te das cuenta del esfuerzo, el trabajo, las horas… Le echó mucha responsabilidad”, explica Sandra Sánchez Chaves, para quien su madre “ha sido un ejemplo, una luchadora”. No en vano, en 2011, el Ayuntamiento de Algeciras decidió entregarle a María Chaves el título de Mujer Empresaria del año.

Delicatessen

Sandra Sánchez ha vivido toda una vida ligada al mercado. De niña, iba a acompañar a su abuelo, sobre todo cuando su madre se iba de vacaciones. “Recuerdo, sobre todo, los paquetes de caramelos. Siempre había una sorpresa”.

Sus anhelos de juventud, sin embargo, eran otros: “Yo no quería el mercado ni muerta, porque era mucho sacrificio”, explica. Pero un verano, tras trabajar en el centro comercial Continente de Palmones, se acabó embarcando en el negocio familiar: “Me gustó el trato al público y al final piqué hace ya unos treinta años”.

La mano de Sandra le hado al puesto familiar de charcutería un prisma más fresco e innovador: “He vivido todas estas generaciones y he intentado coger todo lo mejor de cada época. En estos tiempos van saliendo muchos productos andaluces delicatessen, de Cádiz, de Villanueva del Rosario, de Vejer, de Medina… Tenemos todo tipo de quesos, raros y menos vistos, ahumados, pinchos de picoteo para antes de comer… Me adapto a los clientes, que son los que mandan en los productos que yo vendo”.

Los ahumados son uno de los fuertes de Charcutería Mary y Sandra, como el salmón, el bacalao en aceite de oliva, el atún… pero también productos a granel, los chicharrones de Chiclana o de Los Barrios, el queso macerado en vino, el lomo en manteca… Todo eso unido al género tradicional de la charcutería, como el jamón cocido, la pechuga de pavo, el chorizo Revilla, el salchichón de toda la vida, la pata asada, el choricito ibérico o la caña de lomo.

Influencer

Otra característica de Sandra es su viralidad en redes sociales. Su proactividad en internet la ha llevado a ser muy conocida en la ciudad por la simpatía y la energía de sus vídeos. “Me gusta mucho un cachondeo. Todas las mañanas pongo un altavoz con música y pongo desde lo más moderno hasta la Pantoja o el Tijeritas. Mi madre y yo siempre nos hemos disfrazado en Carnavales; en Feria traemos los barriles de vino… Intentamos dar alegría y encima nos gusta”.

Su conexión permanente con los nuevos hábitos de consumo ha llevado a esta emprendedora del mercado de Algeciras a dar también el salto a la venta online, poniendo sus productos a golpe de clic en el Centro Comercial Virtual del Campo de Gibraltar.

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