El Encuentro Internacional para homenajear el genio algecireño de la guitarra se ha consolidado ya en la programación cultural de Andalucía en época estival y que sigue creciendo en cada edición gracias a una serie de espectáculos, conferencias, cursos o exposiciones que no hacen sino perpetuar desde el prestigio la figura del insigne guitarrista.
Según ha señalado en un comunicado Juan Garrido, la “voz sagrada” de la granadina Marina Heredia combina como anillo a los dedos del pianista lebrijano Dorantes. “Dos cunas de lo jondo unidas por dos artistas de primer nivel” que corroboraron con su actuación “la medida perfecta del espectáculo ‘Esencias’, una obra pensada para ese amante del flamenco cuya mirada se abre sin presión para acoger algo más, un discurso actualizado de lo añejo”.
No se alejan de un repertorio clásico, como las alegrías o la media granaína, o la seguiriya al golpe cantada sin guitarra, “y no resulta ni mucho menos vanguardista, y eso que sabe a fresco y contemporáneo, pero consiguen hacer llegar al espectador a lo inicial de este arte”, porque ambos artistas “reproducen desde lo personal la herencia recibida basándose en un mensaje sincero y emocionante que provoca el gusto y la conexión”.
“Marina seduce en cada quejío, por su puesta en escena, su vestuario y su personal metal. David, hijo de Pedro Peña, defiende un toque pensado para piano, o sea, que no transporta lo que sonaría habitualmente en una guitarra en sus teclas, que es muy diferente”, ha destacado Juan Garrido.
El recuerdo a Juan Peña ‘Lebrijano’ por galeras es uno de los momentos especialmente aplaudidos de la noche, ha señalado Garrido, que ha destacado también la nana inicial, así como el jazz que se mezcla cuando Dorantes se queda solo en el escenario, con la compañía de la percusión de Javi Ruibal.
Tangos, bulerías el famoso ‘Orobroy’ del lebrijano, que ya es un verdadero himno para el flamenco del siglo XXI, con Anabel Rivera y Fita Heredia poniendo las voces de coros y las palmas en este quinteto mágico consiguieron arrancar las palmas por bulerías del público al finalizar el repertorio, “algo que ya hacía tiempo que no ocurría en Algeciras”.
“Broche de oro, broche final, broche por bulerías y cuplés que deja la puerta abierta para la próxima edición de un certamen único en el mundo”, inmortalizado en imagen por la fotógrafa María Chaves, ha concluido Garrido.
