Una película rodada en Algeciras narra la realidad de las mafias de la inmigración en España

Vidal Cortés (Barcelona, 1994) compite con su obra en el Festival Internacional de Cortos de la Universidad Ca’Foscari de Venecia (norte), que se celebra desde mañana hasta el sábado con treinta proyectos cinematográficos realizados por estudiantes de todo el planeta.

En sus poco más de nueve minutos de duración, “Tahrib”, rodada en Algeciras, narra la historia de un joven (Said Chatiby) que se dedica a conducir pateras cargadas de inmigrantes desde Marruecos hasta las costas españolas.

En una de las travesías encomendada por unos crueles traficantes de seres humanos, el muchacho deberá decidir si desentenderse de un viaje probablemente fatal o si embarcarse en esa arriesgada misión para ayudar a los inmigrantes a alcanzar suelo español y europeo.

El director explica telefónicamente a Efe que el objetivo era “abordar el tema desde otra perspectiva, no ya desde la llegada del inmigrante, sino del otro lado”, el de la trata de seres humanos, y mostrar así “otro matiz” del fenómeno de la inmigración.

En España hay “un problema muy grave con la inmigración y no se rueda nada de ficción. Es un tema como que está ahí pero nadie quiere tocarlo”, opinó Vidal Cortés, que rodó el corto como proyecto de graduación en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC).

Para grabar la obra el cineasta se documentó con las noticias, internet y hablando con inmigrantes, algunos de los cuales fueron seleccionados en el casting con el que se formó el reparto, y el rodaje ha contado con la colaboración de la ONG Proactiva Open Arms.

Vidal Cortés explica que su intención es que el corto sirva como trailer de “un proyecto más grande” sobre inmigración que ya ha comenzado a escribir.

El cineasta barcelonés celebra su presencia en el certamen de cortos veneciano, “uno de los primeros” festivales internacionales que se interesó por esta obra que ya ha pasado otros festivales como la SEMINCI de Valladolid y que esperan en Nantes (Francia) o en Tel Aviv.

El Festival Ca’Foscari, que llega ahora a su novena edición, destaca la presencia de esta cinta, que demuestra “la originalidad del panorama cinematográfico y la confianza en los nuevos talentos” españoles, indicaron los organizadores.

En el 2016 el concurso fue conquistado por “La silla de la vida”, de Carlos Valle, mientras que en 2014 ganó “Los demonios” de Miguel Azurmendi, con mención especial ese mismo año para “Stringless” de Alberto Díaz López.

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