Salva Ballesta: “Vengo con un machete en la boca”

En su comparecencia de prensa, el ex jugador de Prtimera División ha señalado que “una de las cosas que más me ha provocado afianzar y decir sí a venir al Algeciras es el proyecto tan magnífico que tiene en mente la Junta Directiva y que tanto por ciudad como por comarca como por historia del club merece un proyecto tan ambicioso. El objetivo inicial es conseguir la categoría y, a partir de ahí, crecer”.

“El diagnóstico es claro. Todo el mundo más o menos que se le pregunta por el equipo coincide un poco y tanto la dirección deportiva como nosotros estamos seguros de que hay plantilla para conseguir los objetivos. He hablado con jugadores, hay una predisposición brutal al trabajo. Está claro que va a haber cambios, porque un cambio de entrenador conlleva situaciones diferentes, pero intentaremos gestionar el equipo de la mejor manera y dar en la tecla para que avance”, ha afirmado.

Sobre sus impresiones del equipo, ha apuntado que “el equipo genera, tiene calidad, pero esto es una categoría que todos conocemos, en la que un fallo, un error, una acción a balón parado te hace o te penaliza. Sabemos cómo es la Segunda B, una categoría donde hay campos mejores y peores y hay que estar muy concentrados, y un fallo hace que el trabajo no tenga el resultado positivo. Pero la plantilla la conozco muchísimo, están super analizada y hay muchas posibilidades”.

Sobre la posibilidad de que se produzcan fichajes, ha puntualizado que “ahora mismo en la plantilla hay jugadores importantes de la categoría, pero no cabe duda de que el Algeciras siempre tiene que estar muy activo al mercado en época de mercado, pero el Algeciras y todos los clubes del mundo. Son ventanas que se abren y la profesionalidad de la parcela deportiva invita a estar pendientes. Siempre que el equipo pueda incorporar algo que mejore sustancialmente la plantilla, todos nos vamos a beneficiar, tanto los jugadores como el equipo técnico y como el club. Lo que hay que dejar bien claro que lo único importante es la entidad. Yo he sido futbolista muchos años, y está claro que el sentimentalismo es muy importante sobre en mi concepción del trabajo, pero lo importante es el Algeciras y es sobre lo que hay que trabajar, sobre el crecimiento del club. A mí me ha tocado a veces llegar y a veces salir. Hay que estar preparado. Todavía no he visto a la plantilla entrenar. Quiero hablar con ellos, mirarlos a los ojos, ver la predisposición, sé que están ilusionados. Y a partir de ahí, de manera consensuada y tranquila, se tomarán decisiones si las hay que tomar”.

Sobre su estilo de fútbol, apunta que “todo entrenador le preguntas por cómo te gustaría y te dirá que tenga balón, que en el minuto 15 vaya 2-0, que tenga protagonismo. A mí como entrenador me gusta ser protagonista, intenso, concentrado, protagonismo en campo rival y conocer las cualidades del equipo, dependerá mucho de contra quién juegues. Hay campos en los que tienes que tener ese tipo de jugadores para afrontar determinados momentos en determinados partidos. También me baso mucho en el estado mental de los jugadores. Cuando uno va a trabajar contento, con ilusión, con valores, compañerismo, lealtad, sentir el club tuyo, todo eso hace que rendimiento mejore y que el jugador vaya a entrenar con esa ilusión”.

“Tengo claro que el fútbol es de los futbolistas, no antepongo el entrenador al jugador. Y todos los entrenadores que venimos a un equipo que no está en situación cómoda, le damos muchas vueltas al coco para ver la posibilidad de mejorar. Eso es lo que hay que hacer, sobre todo el factor mental. El equipo puede dar más. Ayer, el primer gol, lo que noté fue esa bajada después del primer gol. Excesiva responsabilidad del central, de Borja, que entonó el mea culpa. Todos fallamos. Esto es fútbol. Lo que no me gusta es que en un minuto tan temprano se bajen los brazos. Todo lo contrario. La única manera de crecer, es errando”, ha manifestado.

Para el nuevo entrenador algecirista, “tú puedes traer al mejor entrenador del mundo, que si en el minuto 20 se te duerme el central y se adelante el delantero y es gol, ya puede estar aquí quien esté. La experiencia, para un cirujano. Quien quiera darle al mundo del fútbol otra visión, se equivoca. En fútbol, dos más dos siempre no son cuatro. Al final, la evaluación va a ser si entra el gol, si se consiguen los puntos, por muy bien o mal que trabajes”.

“Hay que darles confianza a los jugadores, sentir partícipe a toda la plantilla. Y eso va a aumentar el nivel de todos. Si tú tienes un estado mental positivo, el rendimiento aumenta. Un jugador, cuando ganas, puedes meterle lo que te dé la gana (físico, técnico, táctico, vídeos…) El jugador lo asume porque está contento y receptivo. Cuando no ganas, es complicado. Tienes que gestionar muy bien. La capacidad de gestión de un entrenador, de transmitir, para tener una idea y que el grupo la siga. Eso es fundamental para que un equipo vaya hacia adelante desde mi punto de vista. Yo vengo con mucha ilusión, con un machete en la boca”.

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