Uno de cada ocho muertes por el tabaco es de un fumador pasivo

Este año el informe, que se centra en los ambientes sin humo, denuncia la falta de ambientes totalmente libres de humo de tabaco y recuerda que es “la única manera de proteger a las personas de los efectos nocivos del tabaquismo pasivo”. Entre otros datos, advierte de que el 94% de las personas no están protegidas por las leyes sobre entornos sin tabaco. No obstante, en 2008 el número de personas protegidas contra el tabaquismo pasivo por esas leyes aumentó un 74%, pasando de 208 millones en 2007 a 362 millones en ese año.El 10% de los costes económicos relacionados

Además, el 10% de los costes económicos relacionados con el consumo de tabaco se atribuyen al tabaquismo pasivo. Según la OMS, estos costes son tanto directos -como los asociados con el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaco-, como indirectos, como los asociados con la disminución de la productividad o la pérdida de salarios por causa de muerte o enfermedad. En cuanto a sus consecuencias sobre la salud, recuerda que en los adultos el tabaquismo pasivo causa graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, por ejemplo cardiopatía coronaria y cáncer de pulmón. En los lactantes provoca la muerte súbita y en las mujeres embarazadas es causa de insuficiencia ponderal del recién nacido.El 31% de las muertes corresponde a niñosSin embargo, pese a sus efectos nocivos, el informe destaca que cerca del 40% de los niños están regularmente expuestos al humo ajeno en el hogar y, al menos, el 31% de las muertes atribuibles al tabaquismo pasivo corresponde a niños. Así, explica que todo el mundo está expuesto a los efectos nocivos del tabaco, y, por tanto, “crear ambientes totalmente libres de humo de tabaco es la única manera de proteger a las personas de los efectos nocivos del tabaquismo pasivo”. En este sentido, señala que las zonas de fumadores separadas o ventiladas no protegen a los no fumadores contra la inhalación de humo ajeno. “El humo ambiental puede propagarse de una zona de fumadores a una de no fumadores, incluso si las puertas entre ambas están cerradas y existen dispositivos de ventilación. Sólo un ambiente totalmente libre de humo constituye una protección efectiva”, afirma el informe

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