Api Vargas, La Gramola vuelve a sonar….

IAM/PYMESTRECHO IAM/Pymestrecho Javier Vargas Rivas, “Api” es una figura clave en el panorama musical de Algeciras, su sala de conciertos “La Gramola” abrió anoche sus puertas con un homenaje a los 25 años de Brutal Thin tras cuatro años de silencio. Logró dotar la noche de Algeciras no sólo de calidad, sino de personalidad, “de rollo”….

Api es también batería de “Los Delincuentes”, ahí es ná, descubre la figura de este empresario de la música que nunca trabaja, porque la música es su pasión….FOTOS TOMOUKI HOTTA 

 

 

José Ángel Fuentes, Guachi, An-Tonio, Villaverde, Rondón, Ditirambo, El Papa,  Novena Provincia….su trayectoria pasa por aquellos años de esencia en la música “especial”, es testigo de  excepción y ahora protagonista de la música con mayúsculas de esta tierra…La Gramola abre de nueve sus puertas y con ella una bocanada de aire fresco para la noche del campo de Gibraltar, descubre a Api Vargas, esta es su historia…..

 

 

-¿De dónde viene tu vinculación a la música?

JV: Desde pequeño porque en mi casa siempre se ha escuchado todo tipo de música, por ejemplo mi padre tocaba el piano, pero realmente fue un cura,  Don Serafín (Salesianos) quien me descubrió la vena musica. En el colegio organizaba festivales de bandas tocando en directo e interpretando Rock and Roll.

Recuerdo que para nosotros los festivales de Don Bosco eran una experiencia muy impresionante porque tenía la oportunidad de ver todo tipo de instrumentos musicales pero interpretados en vivo. Te confieso que a partir de este momento, empiezo a descubrir la música de otra manera.  

Ya con los amigos del colegio empezamos a querer montar un grupo, Gustavo Vargas, Ignacio Villaverde, recuerdo que ensayábamos en San Isidro, a mi me llamaba la atención la batería pero con esa edad nadie me hacía caso, así que la creamos con tambores de colón, palos de fregona en cajas de cerveza al revés, cajas de bombones de las de latón de  Gibraltar (risas) así empezamos…

 

–       Primero fue la guitarra, ¿cuando llegó la batería?

JV: En mi casa todos mis hermanos han tocado la guitarra, no son unos virtuosos pero la tocaban, así que yo empecé por ahí, recuerdo que un festival de Don Bosco llegué a cantar y tocar la guitarra, con dos cojones (risas)  

Una tarde en uno de nuestros ensayos, Ignacio Villaverde me invita a tocar la batería, me enseñó un ritmo básico  y cogí la onda al instante, recuerdo lo que pensé, de aquí no me mueve nadie…y así ha sido. Fue una conexión instantánea. Era una batería Lincoln azul, interpretarla fue algo muy fácil para mí o por lo menos así lo sentía (risas).

 

-Cuéntame de los proyectos “Sin Límite” y “Prohibida”

JV: Bueno, el proyecto “Sin Límite” fue una tendencia más juvenil que nos surgió en ese momento. En aquella época escuchábamos los Hombres G, Radio Futura y La Banda de los Ronaldo que eran parte de nuestra inspiración.

Los inicios de “Sin Límite” se dan cuando Ignacio decide comprar un bajo mientras que yo me estaba iniciando en la batería. Generalmente los sábados en la mañana y algunas tardes alquilábamos un local de ensayo en Villa Palma, muy cerca de la clínica veterinaria de mi padre. Mi primera batería profesional la compró el padre de Ignacio Villaverde.

Al tiempo fuimos conociendo más personas, lugares, otro tipo de músicas y es así como me voy metiendo un poco en todo este mundo. Al principio, yo estaba muy identificado con la onda de música española, pero luego fui escuchando grandes bandas como Nirvana, Pearl Jam y Sound Garden.

Recuerdo que mi hermano Jaime me trajo un cinta de Nirvana grabada por el “Tito”, Fernando Villalobos, me pareció de otro mundo, estas pequeñas cosas fueron formando mi visión de la música,.

El proyecto de “Prohibida” nace cuando comenzamos a relacionarnos en Algeciras con bares, institutos y ambientes  de la ciudad. Durante ese tiempo conozco a César, Rondón y Pablo. Este último era vocalista y le propongo conformar la banda. Nuestros sitios de ensayo eran en lugares con tendencia militar y esto tuvo un poco de influencia en nuestras canciones (risas), somos hijos de militares…

 

-¿Por qué el nombre de Prohibida?    

JV: Ni idea. El nombre de “Prohibida” lo pone mi amigo Rondón y fue muy particular porque es una palabra que no decía nada pero a la vez parecía decirlo todo.

 

 

-¿Cuál fue el punto álgido de “Prohibida”?

JV: Considero que el punto álgido de la banda fue en el año 1998 cuando conocemos a José Ángel Fuentes. Él decide apoyar a “Prohibida” porque vio la ilusión y el ímpetu que teníamos. Además, nos ayuda a producir nuestro primer disco y esta  etapa fue potente,  fuimos al Festimad, País Vasco…el problema que era una época de puntos de inflexión, tenía que irme a estudiar fuera y decidí quedarme en Montecalpe y hacer un módulo de Informática por mantener el proyecto del grupo, pero al final pasó lo que pasa con la mayoría de las bandas….

 

-¿José Ángel Fuentes es el gran impulsor musical de Algeciras? Cuéntame sobre su trascendencia

JV: Para mí José Ángel Fuentes es un pionero en Algeciras porque montar una sala como la que él montó “La Novena Provincia”, fue de admirar. A él le movía su afición, trajo a Algeciras The Christians o The Blues Brothers….ese hombre ha hecho aquí maravillas.

Creo que llegó demasiado pronto a Algeciras, de donde él venía (País Vasco), ellos estaban muy adelantados en la historia musical y eso le sirvió para marcar una importante tendencia aquí, seguro que sin él la música de Algeciras se hubiera empobrecido a límites de un pueblo. José Ángel tiene todo mi reconocimiento, es una figura clave.

 

 

-Y llegó el Guachi….¿cómo fue la historia?

JV: Tengo muy buenos recuerdos de esta magnífica etapa. En esos tiempos ensayábamos en “La Novena Provincia” donde nos habilitaron un par de salas en el Backstage del lugar y allí ensayaban los Brutal Thin, que por cierto fue José Ángel Fuentes quien los movió e impulsó a ellos también.

En el local de los Brutal ensayaba a veces Guachi padre y siempre que los veía me daba una buena sensación porque llevaban una onda muy hippie y yo tenía muchas ganas de tocar con la banda.  En una ocasión se presenta la oportunidad de tocar con ellos porque su batería les había fallado en una importante presentación.

Recuerdo que “el papa” (otro virtuoso de la batería en Algeciras) también estaba y hacíamos algo muy gracioso, tocábamos la batería y la percusión y el grupo mirando al frente, cada vez que se giraban “El Papa” y yo estábamos cambiados (risas), a partir de ahí se creó tan buen feeling que íbamos los dos.

 

 

-¿El “Guachi” está donde debe de estar?

JV: El Guachi es un magnate, es un monstruo. Todo lo que vivimos con él fue gracias a que era el capitán de una “banda de locos” que querían únicamente tocar música, nada más.

Yo quería tocar y este hombre daba la oportunidad de meterte en una furgoneta e irte a tocar, aunque  que cada uno tuviera que poner 50 euros para gasolina, y lo digo por criticar, aquello era magia, para nosotros todo esto era una verdadera aventura porque cada viaje era para morirte de risa.

Con el “Guachi” aprendí a tocar distintos ritmos y fusionar el rock and roll con el flamenco, de no haber tenido esa base, ese aprendizaje no hubiera podido pillar el tren de “Los Delincuentes” cuando me llamaron.

 

-Tú estuviste en la “universidad de la música” por muchos años…

JV: Soy autodidacta. Se puede decir que sí estuve en la “universidad de la música” porque llevo una amplia experiencia en el mundo musical. Me fui un tiempo a Sevilla a tomar unas clases pero yo me sentía más un músico de banda pues he aprendido muchas cosas por toda mi trayectoria.

 

-¿Tocastes también con An-Tonio no?

JV- La formación de An-Tonio que DEP, estaba también Jesús Moreno, un bajista de Algeciras que ahora va con Carne Cowbeff, muy amigo del Tomoyuki Hotta por cierto y el Teto que es un percusionista como la copa de un pino, de hecho tocó con Kiko Veneno, Raimundo Amador, Los Delincuentes, etc… Llegué a ensayar con An-tonio pero no a tocar. 

 

-¿Cómo es el momento en que te llaman de “Los Delincuentes” para tocar?

JV: Todo está unido, es muy fuerte. Teto entró con “Los Delincuentes” y un día les falló el batería y se acordó de mi, le dijo a Diego “el ratón”,  “Illo yo conozco un batería de Algeciras que toca de lujo” y le pasó mi teléfono. Recuerdo que el día de esa llamada  estaba trabajando como técnico de sonido montando la velada de El Cobre con el Santi de Sonilprof. En aquellos días no tenía carnet de conducir y me habían dejado un camión (risas).

 

Inesperadamente me llama Diego de “Los Delincuentes” para tocar en la feria de Córdoba en el aniversario de su primer disco, me dijo “me gustaría que te vinieras hoy que el concierto es mañana”, la verdad me gustó mucho la propuesta pero estaba trabajando y le dije que no podía ir hoy, pero también le dije a Diego “soy más heavy que un palo”, allí estaré. Luego me comentó que en ese en ese momento  le transmití mucha serenidad y tranquilidad para solucionar ese pequeño apuro que se quedó tranquilo, tanta que se olvidó de ese marrón, lo dio por solventado

Mientras estaba en el trabajo de técnico de sonido en El Cobre , aproveché un espacio libre para escuchar en un discman el disco de “Los Delincuentes” porque no tenía mucha idea, a mi hermano Jaime si le gustaba, hasta tenía una camiseta, pero yo no los había escuchado mucho. Logré hacer mis todas las anotaciones y adaptaciones mientras trabajaba..

Al día siguiente me citan a un ensayo en casa de Diego para acoplarme mejor al grupo. Después de todo este rollo, finalmente me fui a la feria de Córdoba con “Los Delincuentes” y ahí comenzó una andadura de 12 años con la banda.

 

-¿Cómo duermes la noche antes de tocar con “Los Delincuentes”?

JV: Realmente no dormí porque me la pasé estudiando todas las canciones de “Los Delincuentes” y también estaba nervioso. La verdad tenía mucha presión encima de mí. Antes de irnos para Córdoba, hicimos un pequeño ensayo para ultimar algunos detalles de la presentación. 

 

-¿Qué recuerdas de aquel concierto?

JV: Estar en “Los Delincuentes” no es solo tocar, es un poco cogerles el rollo y el punto de ellos. De hecho Jimmy González había dejado un gran legado en la batería de esta banda. Afortunadamente yo me logro adaptar muy rápido al ambiente y a lo que ellos estaban buscando.

Algo gracioso que pasó en el primer concierto fue cuando “me disfrazo” un poco con la tendencia hippie para encajar mejor en la banda. Recuerdo que el chofer, quien era primo de Diego, me daba muchas indicaciones porque claramente él sabía mucho más del tema que yo.

 

-¿Ese primer concierto cambió tu vida?

JV: En muchos aspectos, ese primer concierto cambió mi vida porque tuve una única oportunidad de demostrar lo bueno que era y creo que la supe aprovechar muy bien.                    

 

 

-Después del primer concierto, ¿qué autocrítica haces sobre tu presentación?

JV: Haciendo una autocrítica muy profunda, reconozco que no fue la mejor de mis presentaciones. Además, sabía en qué había fallado y también era consiente en que partes había hecho las cosas bien.

Uno de mis errores más notorios fue cuando en el tema “El Talanquero” yo quise adornarlo de más y literalmente “la cagué”. 

 

-¿Cómo te incorporas a la banda definitivamente?

JV: Cuando llego a la banda, tuve una conexión inmediata con Eduardo “el Pollo” y con Dany, el bajista. Tras el primer concierto, llegamos al camerino y todos me felicitaron por mi presentación pese a algunos fallos. Diego me decía que me admiraba por la actitud y las ganas que había demostrado con la banda.

Media hora después que nos bajamos del escenario, Diego y la banda me proponen quedarme ya que lo había hecho muy bien. Eso sí, hablaron con el baterista anterior para avisarle que había perdido su sitio en la banda.

 

-¿Cómo han sido estos doce años con la banda?

JV: Para mí han sido los años más felices de mi vida porque me he podido dedicar a la música, he estado en un grupo que es una auténtica familia y  estoy encantado por pertenecer a la banda.

 

-¿Qué se siente al estar delante de miles de personas?

JV: Al principio es algo que te puede llegar a afectar mucho pero la tensión fue disminuyendo .Lo primero que el público veía en cada una de nuestras actuaciones era a mi  haciendo un solo de batería, es difícil de explicar esa sensación.

 

-¿Cómo nace la segunda etapa de “La Gramola”?

JV: “La Gramola” nace porque  siempre había querido montar un local de música en directo. La idea me surge de las máquinas viejas de música que para mí se llamaban gramolas y la propuesta con el proyecto era brindar a las personas música en vivo.

Recuerdo que hice un concierto de “Los Delincuentes” con Tomasito en la discoteca Generatriz. Durante este momento, me fijo que la zona de la sala chica del lugar estaba abandonada para reducir el aforo del sitio y le digo a uno de los socios (David García), que el espacio es perfecto para llevar a cabo mi idea. En una semana me avisan y me aprueban el desarrollo de este proyecto.

 

 

-¿Por qué triunfó “La Gramola” donde otros no lo hicieron?

JV: Bueno, en principio no había un local que se dedicara a la música en directo en Algeciras. Entonces,  inauguro “La Gramola” y doy la oportunidad a todas las bandas de la ciudad de presentarse y la gente comenzó a contactar conmigo  por la propuesta diferente que estaba ofreciendo.

Pienso que el respeto a los músicos es tener un lugar en óptimas condiciones para interpretar sus canciones en vivo. Además, el proyecto creció más de lo esperado y nos posicionamos en el panorama nacional de las salas de ensayo, por allí pasaron grandes bandas y músicos que le dieron mucho más prestigio al sitio.

 

-¿Qué le pasó a “La Gramola” etapa uno? ¿Por qué cerró?

JV: Lamentablemente “La Gramola” cerró porque la gestión no era directamente mía. El lugar estaba al interior de la discoteca Generatriz y allí yo debía pagar al propietario un contrato que incluía la renta, luz y agua.

Para explicarlo más detalladamente, yo estaba en la discoteca pero “La Gramola” formaba parte de otro ambiente totalmente diferente, uno de música en vivo, algo verdaderamente sensacional.

Sin embargo, debido a la crisis y algunas malas gestiones de los propietarios de ese entonces, la discoteca cayó en picado, no se pudo recuperar y finalmente se da su cierre. Intenté negociar con los dueños pero solo pude tener abierto el lugar de octubre a junio por el convenio privado que teníamos firmado.

 

-¿Cuánto tiempo lleva “La Gramola” cerrado?

JV: Desde la primera etapa de “La Gramola”  cerca de 4 años.

 

 

-¿Cómo es la nueva “Gramola”? ¿Dónde está situado?

JV: Bueno, para ser más específico, “La Gramola” nueva está en frente del local antiguo. En principio, hicimos reformas para que estuviera apta como una sala de música en vivo. Además, es un sitio muy “chulo” porque tiene mayor aforo, aprovechamos su infraestructura para adaptar nuestro nuevo local, pusimos un suelo de madera espectacular para darle un mejor ambiente, tiene una bóveda preciosa e incluso adaptamos algunos materiales para mejorar la acústica del sitio.

 

-Dame datos técnicos de la nueva “Gramola”…

JV: Lo que agradecían clientes y espectadores de la anterior “Gramola” era el sonido que tenía, por ello para la nueva sala eso se va a seguir manteniendo. Sin duda alguna, la acústica es algo primordial para la música y trabajamos para mejorar cada día más.

 

-¿Qué mejoras se han hecho con respecto al aforo de la nueva “Gramola”?

JV: Para serte sincero, a mí me dio mucha tristeza irme del anterior local de “La Gramola” porque me gustaba la esencia del lugar, sus cúpulas en ladrillo eran fabulosas y la verdad yo la veía como mi rinconcillo especial.

Con respecto a la nueva “Gramola”, en el local nuevo hay un aforo disponible para unas para 200 personas sentadas y unas 600 de pie.

 

-¿Qué esperas de “La Gramola”?

JV: De “La Gramola” actual espero que nos dé muy buenas noches de rock and roll y música en directo. La verdad me estoy “partiendo el alma” para tener un lugar en óptimas condiciones y me está costando un poco arrancar por el tema de las giras de los artistas.

Lo que me motiva es que la gente tiene ganas de ver nuevamente la apertura de “La Gramola” porque es un sitio verdaderamente diferente y con él queremos aumentar la oferta de ocio en Algeciras para todas las personas.

 

 

-Si yo quiero alquilar “La Gramola”, ¿puedo hacerlo?

JV: Por supuesto que sí, lo puedes alquilar para cualquier tipo de evento que tengas planeado. Queremos que “La Gramola” también pueda funcionar como una especie de club para aprovechar todas estas nuevas oportunidades y ofrecer una nueva alternativa de entretenimiento en la ciudad.

 

-¿Qué es el rock and roll para ti?

JV: El rock and roll para mí es una manera de vivir, un verdadero estilo de vida. Con toda libertad te digo que yo estoy haciendo lo que me gusta en la vida y eso me pone muy feliz.

 

 

-Los días que hay concierto, ¿se cierra a las 7:00 de la mañana?

JV: Generalmente cuanto tenemos un concierto, sí se cierra a las 7:00 de la mañana, pero eso depende también si los cuerpos de los asistentes pueden aguantar (risas).

 

-Cuando termina un concierto, ¿qué tipo de música hay?

JV: Eso depende del día y el evento que “La Gramola” acoja, es decir, si se hace un evento con música reggae, se pondrán todas las canciones relacionadas al género.

-¿Qué queda de la anterior Gramola?

JV: Al tener un aforo más grande y poder jugar un poco con el espacio del local, eso nos ha dado una oportunidad inmejorable de hacer un pre-homenaje a “La Gramola” antigua  portadas de discos “Mítica” a la derecha del escenario. Nosotros lo que queremos es hacer música en directo por la noche en un espacio vivo y abierto.

 

-Para alguien que quiera utilizar ese espacio, ¿Cómo se pueden contactar contigo?

JV: Es muy sencillo. En el Facebook me pueden buscar como “Sala Gramola” y allí me envían un mensaje privado. En la web también están nuestros contactos en (salagramola.es). De hecho, una de nuestras ventajas es que el escenario se puede poner de diferentes maneras y ahora estamos empezando a hacer todo tipo de eventos como teatros para comenzar a fomentar la cultura en la ciudad.        

 

 

Soy amigo de la familia desde que tengo memoria, su hermano Jaime es también el mío, junto a Ricardo, Oscar, Esteban, Tito, Sergio y otros tantos lo hemos visto crecer desde el patio de los Salesianos hasta el sillón de “Los Delincuentes”, Api es un buen tipo, pero sobre todo hace lo que soñó, vivir de y por la música, cuando metes tanta pasión a tu profesión suceden cosas como La Gramola, nada es casualidad. ..

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