Critican al Ayuntamiento por llevar “cerrado” nueve años un patio del colegio ‘Campo de Gibraltar’

“Culpamos de ello a la desidia y la inoperancia del Ayuntamiento de Algeciras y especialmente a su alcalde”, reprocha en un comunicado la asociación, que asegura que antes de que ocupara este cargo, Landaluce visitó el centro en la campaña para las elecciones municipales de 2011 y dijo que las obras para arreglar el patio “se harían en cuanto él fuese alcalde”. “Nueve años después de aquella promesa, el patio de los alumnos de primero y segundo de Primaria sigue con un muro en peligro de derrumbarse, vallado y cerrado”, añade la entidad.

Según relata, el patio se cerró en 2010 porque aparecieron grietas en un muro de ladrillo que se construyó sobre otro de hormigón para elevar la tapia de separación del colegio con las urbanizaciones vecinas. Inspectores del urbanismo municipal advirtieron entonces que había riesgo de derrumbe y ordenaron el cierre del patio mientras se hacían las obras de reparación.

Así pues, Crehas lamenta que al antiguo alcalde, Diego Sánchez Rull, “parece que no le dio tiempo” porque solo estuvo unos meses hasta las elecciones de mayo de 2011, pero al actual, que ya ha agotado dos mandatos y está en su tercero, “parece que los alumnos del colegio del barrio de La Bajadilla le importan lo más mínimo”. “Como son de un barrio pobre y marginado, que se esperen, qué el está muy ocupado haciendo las mismas obras de siempre en el paseo marítimo y el centro de la ciudad para tener contentos a sus votantes ricos o aspirantes a serlo”, remarca.

La entidad añade que los alumnos de primero y segundo de Primaria del colegio pasan el recreo en el patio de los de tercero y cuarto, de manera que el recreo está “masificado”, pues “son cerca de 300 niños” los que corren y juegan en un “espacio reducido”, que es escenario de caídas y tropezones. De hecho, afirma que el colegio ha dispuesto que en el recreo haya siempre personal de guardia en el botiquín porque en este patio son “muy frecuentes” las caídas al suelo de hormigón y eso se traduce en que “hay que curar las heridas de siete u ocho pequeños cada día”.

Chreas exige al Ayuntamiento “que cumpla, no con la promesa de un alcalde incumplidor, que también, sino con su deber”, ya que los niños de La Bajadilla tienen los mismos derechos que los del resto de la ciudad y “someterlos a ellos y al colegio a esta sistemática marginación es impropio de una sociedad democrática”, a lo que agrega “que no pongan excusas sobre competencias, faltas de presupuesto, o lo que sea”.

“Cualquier responsable municipal con un mínimo de decencia y de voluntad política habría resuelto en un mes un problema muy fácil de solucionar y más, con la urgencia social que supone. Los niños de La Bajadilla se lo merecen y hasta ahora el Ayuntamiento está vulnerando su derecho a la educación y a vivir en un medio saludable y sin peligros”, concluye la asociación.

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