El alcalde se reúne con el delegado del Plan Nacional sobre Drogas en Madrid

IAM/Redacción El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha mantenido esta tarde un encuentro en Madrid con el delegado del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, para analizar su aplicación en Algeciras una vez que se han publicado las bases de la convocatoria. (Foto reunión en Madrid).

En este sentido, Landaluce ha explicado que desde la Delegación de Igualdad y Bienestar Social, que dirige la teniente de alcalde Paula Conesa, se viene trabajando junto a la Coordinadora contra la Droga “Barrio Vivo”, con su presidente José Díaz a la cabeza, en la redacción del convenio que regulará la cesión del PNSD a este colectivo, así como en las actividades de ocio y tiempo libre que se presentarán una vez que se abra la convocatoria de subvenciones.Además, como novedad y aprovechando la buena sintonía se está trabajando también en la actualización del Plan Municipal sobre Drogas, en tanto que el actual es muy antiguo y ha quedado obsoleto.Landaluce ha destacado la buena labor que se desarrolla gracias a la coordinación entre el Gobierno, el Ayuntamiento y Barrio Vivo con la colaboración de otras entidades que también trabajan en este ámbito. Asimismo, el primer edil ha puesto en valor el papel de Babín en la puesta en marcha de estos planes, así como su implicación con las necesidades de Algeciras, recordando así su visita a la ciudad en junio del año pasado.Por su parte, Babín, quien le ha anunciado a Landaluce la intención de ir aumentando las consignaciones para este plan en los próximos ejercicios, ha manifestado la apuesta del Gobierno por seguir llevando a cabo los proyectos de Algeciras y del resto del Campo de Gibraltar, en tanto que vienen a responder a la necesaria prevención que se ha de desarrollar especialmente entre los jóvenes y adolescentes.De hecho, la evaluación del Plan Nacional Sobre Drogas 2009-2016 pone de manifesto que las acciones puestas en marcha han conllevado una notable disminución del consumo de drogas, especialmente entre estos jóvenes y adolescentes; reduciéndose en un 30% en consumo de cannabis, en un 60% el de cocaína y cayendo hasta los mínimos históricos el de anfetaminas.

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