Incremento de las muertes por cáncer en el campo de Gibraltar

IAM/Redacción Las cifras son las cifras y éstas dejan a la Junta de Andalucía en evidencia una vez más. El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) publicó ayer las estadísticas de mortalidad por municipios correspondientes a 2015, que evidencian un incremento de la incidencia del cáncer en el Campo de Gibraltar.

A pesar de que, como defendió la Junta de Andalucía ante la reciente manifestación ecologista bajo el lema Respirar duele, las muertes por cáncer en la comarca llevaban dos años en retroceso, en 2015 la cifra vuelve a crecer hasta los 553 decesos causados por tumores, después de que el año anterior fuesen 522, muy por debajo de las 571 de 2013. Echando la vista unos años atrás, el incremento es notable en comparación con los primeros años de este milenio, cuando oscilaban entre las 460 y las 480 defunciones por este motivo. Los tumores vienen siendo durante este periodo la segunda causa de mortalidad, solo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio, que en el último año analizado se situaron en 615, algo por encima de 2014, pero considerablemente inferior a las cifras de hace una década.

En general, todas las causas más comunes de mortalidad en la comarca aumentaron sus registros en 2015. No en vano, se sitúa como el año con más decesos en el Campo de Gibraltar desde que el IECA comenzó a realizar este registro, allá por 1999. Las 2.194 defunciones cierran el año más luctuoso en la comarca después de que el año anterior, con 1.982, arrojase una de las cifras más bajas de la última década.Uno de los grupos de causas que más se ha incrementado en 2015 ha sido el de las enfermedades del sistema genitourinario, que causaron 80 decesos.

Esta causa, que cierra el ranking de las más comunes desde 1999, causó más defunciones en 2015 que otras más frecuentes en estos años, como las enfermedades endocrinas y nutricionales y las causas externas de mortalidad.Un caso parecido es el de las enfermedades del sistema nervioso y los órganos sensoriales (156 muertes en 2015), que superaron a las del sistema digestivo (104). Las del sistema respiratorio (220) se mantienen como el tercer grupo más frecuente.

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