Mentidero Teatro vuelve más gaditano que nunca con “Lo que esconden las risas”

IAM/GetOut.es El actor gaditano Ramón Rivero vuelve a encarnar un papel femenino gaditano después de su célebre Legionaria de Fernando Quiñones que paseó por medio mundo. La obra se estrenará el próximo 11 de noviembre en el Teatro Alameda de Tarifa. (Foto cartel de la obra).

 

Rivero y Escalante vuelven con su mejor comedia sobre la tragedia de la vida diaria. Un retrato social divertidísimo donde las risas intentan esconder la desoladora tristeza del alma que las cuenta. Escalante como buen andaluz cuenta las tragedias riéndose de ellas.      

 

Mentidero Teatro son -sin lugar a dudas- los creadores de espectáculos históricos del teatro Andaluz, desde “Legionaria” a “Madre amadísima” –que en estos días se estrena en el Teatro Buenos Aires en plena Calle Corrientes de la capital Argentina-  paseando sus creaciones como trozos de Andalucía por toda España y las dos Américas en multitud de ocasiones desde 1.980, por lo que Miami, Canarias, Cuba, Sevilla o Cuenca, o Andalucía y Cataluña son lugares comunes para el teatro común y universal de Mentidero Teatro de Rivero-Escalante. 

“Mentidero Teatro, el teatro que le gusta al progre y a la crítica y entusiasma a la María; algo difícil de alinear”El País ​La obra de Escalante “Madre amadísima” cumple estos días sus primeros seis meses en la cartelera del Teatro Buenos Aires en plena Calle Corrientes… corazón del teatro en español.“Lo que esconden las risas” es una historia de nuestros tiempos complicados y enredados fundamentalmente por nosotros mismos. Carmen una mujer casada -y cansada de estarlo- enganchada a todos menos a la vida, con “muchos” problemas de salud casi todos inventados por su cuerpo como defensa de una vida que le es hostil.

 

Carmen cree  padecer ella misma todas las enfermedades que posee un universo donde no encuentra su ubicación vital. Una vida en la que el dinero nunca sobra -pero si se le ve poco y se le añora mucho- y donde los sueños son siempre pesadillas acompañadas de un despertar al que se prefiere no llegar para  no encontrarte acompañada en una soledad elegida y necesaria frente a la compañía impuesta que es para ella su marido -ese al que juró amor eterno y que ahora se le hace eterno-, un hijo que esconde tras una mentirosa sonrisa su verdadera y amarga realidad, y la madre de su amor “eterno” una anciana capaz de convertir la vida diaria de esos escasos metros cuadrados en un campo de minas.

Demasiado ruido para el silencio extremo que el  sinvivir de Carmen necesita que ve como única solución perder de vista todo lo que le rodea incluso a ella misma. La búsqueda de una raya en el horizonte que un día perdió para no volver a encontrarlo.      

 

Carmen tiene una vida universal y común a millones de mujeres y hombres que soportan una existencia negra y cuadrada en un mundo redondo que da muchas vueltas incluso alrededor de su propia vida. Aunque ella no lo crea.

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