Alberto López: El mejor y el peor alcalde que ha tenido Algeciras

TCAM-OPINIÓN/Alberto López

En este diario se formuló hace días una “pregunta incómoda” (me encantan) ¿Cuál ha sido el mejor y el peor alcalde de Algeciras? He leído de todo en los comentarios, pero me van a permitir que el de un servidor lo argumente un poco más.Tomás Herrera, ese fue el peor. Landaluce no cuenta todavía, está en plena gestión con una papeleta heredada que no envidio nada. Tomás apareció en escena política de la mano del PSOE, fue alcalde por la renuncia del electo Juan Antonio Palacios y la juventud del pupilo  “oficialista” (que vueltas da la vida, saben de que hablo…). No puedo más que simbolizar su gestión con la iniciativa “Tubici” que se realizó bajo su gestión, ejemplifica el nulo respeto por el dinero público, la indolencia y dejadez  de la  gestión de un tipo de político (la pena es que los hay a miles, es literal) que nunca entenderé porque no quisieron ser presidente de su comunidad y dejarnos al resto tranquilos. La historia la ha  “destapado”  el periodista de Europa Sur R. Montes, que en un magnífico texto desmenuza el asunto con rigor y profundidad. Aquí sólo la resumo en dos líneas. La Junta aporta 118.796 euros para la puesta en marcha de la iniciativa “Tubici”, un sistema de alquiler de bicis para los ciudadanos de Algeciras, gratuito el primer año, fuente de ingresos municipales a medio plazo. Buena iniciativa, buena idea, buena forma de tirar a la basura 118.786 euros (20 millones de los de antes). A los seis meses se abandonó la iniciativa, a día de hoy esas bicicletas están inservibles en su totalidad. Dinero a la basura señor Tomás Herrera, dinero de todos que ya no creará nada, sólo acumula polvo en bicicletas oxidadas….Esa es una muestra de su gestión que la define, hay otros ejemplos, pero aunque haya habido varios alcaldes malos, usted en esta ciudad se lleva nuestra patrona, La Palma. El mejor Patricio González, por muchas razones, por enumerar algunas,  era tan bueno que pudo gobernar años y años  sin llevar las siglas de una multinacional del poder, recuperó el orgullo de ser algecireño, llevó a la cultura a cotas que no volverán, conquistó un tesoro de la magnitud de la Universidad, su capacidad de trabajo era definitiva, pero sus defectos, sus defectos estaban a la altura de su entrega. Sus críticos le critican, cometió muchos errores, pero en la media ponderada, Patricio Gana.

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