Farolillo no admitirá a las casetas que busquen ganar dinero y no defender la tradición de la Feria

La asamblea de la asociación de caseteros de la Feria de Algeciras, Farolillo, ha introducido una modificación en sus estatutos por lo que la entidad se fija como misión preservar la forma tradicional de las casetas de la Feria de Algeciras.

La modificación de los estatutos supone un paso más de Farolillo en su lucha contra las entidades que se sirven de los nueve días de Feria para hacer negocio, aprovechando que tienen la concesión de su parcela en el recinto para alquilarlo o venderlo. El dinero que se llega a pagar en estas operaciones de traspaso es suculento, superior a los 6.000 euros.

El presidente de Farolillo, Antonio Quintero, asegura que no se trata en ningún caso de una declaración de guerra a las denominadas casetas discoteca, pues, argumenta, “este es un asunto que compete al Ayuntamiento” y por tanto es el Consistorio quien debe ordenar el recinto ferial para que todas las opciones tengan cabida y determinar en qué condiciones se distribuye para no perjudicar a nadie.

Quintero ha manifestado que el Ayuntamiento debe decidir qué tipo de Feria quiere para los algecireños y que en este aspecto Farolillo dará su opinión, que es partidaria de apostar por la tradición. Ahora bien, como entidad privada, sí limita su pertenencia a aquellas entidades que sólo busquen un lucro y no por la promoción de la Feria y sus tradiciones.

“La Feria dura nueve días y hay días en el resto del año para ir de discotecas”, asegura Quintero, quien añade que los socios de las casetas deben hacer valer su opinión. “Hay casetas en la que los socios se deben de ir porque a partir de una hora se abren al público y sólo se quiere a gente para consumir sin tener en cuenta quien se molesta. Todos sabemos que esto es así”, ha manifestado Quintero.

Esta modificación de los estatutos fue aprobada esta semana en el transcurso de la asamblea, en la que Quintero fue elegido presidente ya que no hubo más candidaturas. En la asamblea también se aprobó que el mandato del presidente pasará de los dos a los cuatro años, además de que el número de vocales será de un mínimo de dos y un máximo de cinco.

Además, los miembros de la directiva serán elegidos por la asamblea general en una lista conjunta con el candidato a presidente.

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