Juan de Dios Regordán, director de Cáritas: “El hambre no tiene vacaciones”

 

Los más de 40 voluntarios de Cáritas de Algeciras ejercen una labor altruista que no entiende de estaciones del año. Tampoco en verano decrece el número de personas a las que a diario se ayuda a paliar situaciones especialmente difíciles. El director de la entidad en la ciudad, Juan de Dios Regordán, asegura que, sin lugar a dudas, “el hambre no tiene vacaciones”.

Además de la atención diaria a las personas que recurren al Comedor del Padre Cruceyra, Cáritas interviene en casos de familias “a las que le cortan la luz, el agua”, dice Regordán, con las que actúan para intentar paliar sus necesidades y reparte 23 comidas a domicilio.

Durante el verano los voluntarios siguen trabajando “porque hay que atender a estas personas”. Además, ha resaltado el “apoyo enorme de la sociedad, de personas anónimas” que hacen una aportación económica o acuden para donar alimentos que añadir al plato de quienes no tienen para comer.

 “Nosotros creemos en la gente”, asegura, y en ocasiones se producen auténticos “milagros” en momentos en los que surgen necesidades urgentes que de forma proverbial solventan personas anónimas que acuden a apoyar la labor de Cáritas y no sólo hacen donaciones económicas, sino que “nos traen lo que pueden, para que lo aprovechemos”.

Desde primera hora de la mañana, los grandes pucheros del Comedor del Padre Cruceyra comienzan a bullir con los menús que sacian cada día el hambre de unas 140 personas que no tienen recursos para comer, de las que aproximadamente el diez por ciento son transeúntes.

 Mientras el cocinero da vuelta a la comida y sigue añadiendo ingredientes, varios voluntarios limpian los utensilios ya utilizados y preparan las bolsas con distintos alimentos que después repartirán entre los usuarios para que puedan merendar y cenar. Todo tiene que estar listo para recibirlos.

Pero el comedor no es el único recurso que se pone a disposición de los ciudadanos que acuden hasta allí. Cáritas también cuenta con una trabajadora social que se encarga de estudiar cada uno de los casos y trata de dar apoyo personalizado y de buscar soluciones a los distintos problemas que plantean. Disponen asimismo de un médico voluntario y en breve, también de forma totalmente altruista, de un psicólogo.

Según asegura el director de Cáritas en Algeciras, no se trata sólo de procurarles comida, sino también de que reciban una atención social personalizada, digna y diversa, ya que disponen, tres días a la semana, de un servicio de duchas y de peluquería, se reparte ropa que se recaba de donaciones, limpia y en perfecto estado para su uso, y la ropa interior se entrega siempre a estrenar.

La vocación de Cáritas es procurar ayuda a quienes más lo necesitan, luchar contra la pobreza aportando soluciones a pie de calle y dando testimonio de la necesidad de que todos los estamentos de la sociedad se impliquen activamente en esa tarea. Regordán asegura que, aunque la situación económica que se vive en estos momentos está afectando, y mucho, a miles de familias, “la solidaridad no está en crisis”.

MM

 

 

 

 

 

 

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