Domingo de Ramos: Por Juan Carmesí (I parte)

La tarde lucia esplendida y la temperatura agradable invitaba a salir de procesiones. Con los puños remangados de la camisa, jersey por los hombros y calzado cómodo, puse rumbo a la calle Ancha entre un gentío que como dije antes consideraba escaso.

Mi pueblo es mi pueblo y la verdad da pena, sobre todo a los que lo queremos, que no somos tantos, al menos los que de verdad lo hacemos, ya que luego todo el mundo dice quererlo, pero como se dice por aquí, “de boquilla pa fuera”. Tanto es así que mientras cruzaba por el parque y al entrar a la calle ancha por la esquina de “Amaya” ( no del macdona) me preguntaba “ Coño … ¿Dónde se mete esta gente to el año? “. Y pensaba en ese momento ¿que sería del pinar en San Roque o de los pinos en Tarifa o de el circuito de las ventas hasta Ronda. Eso porque era domingo y la cañada en Marbella solo esta hasta el sábado, “que si no también”. Seguramente serían espacios desiertos, inanimados, algo así como esa misma calle Ancha cualquier domingo del año a esa misma hora.

Pero mira tu por donde, los mismos bares con las mismas tapas y los mismos precios cariiiiisiiiiimos de mi Algeciras, aparecían llenos de esa misma gente que dice que “aquí no hay “ “esto es una mierda” y luego se sienta debajo de un tubo de luz fría y pegao a una pared frente a otra y dice que se va “a merendá” al centro comercial.

Bueno la verdad que estando en esto me encuentro con mi amigo y antes de abrir mi boca, me pone la mano en el hombro se inclina hacia mi oido y apretando y entre dientes me susurra por temor a ser oído “ Donde mierda vive tanta gente, que no conozco a nadie y seguro que son “der pueblo”. ¿ Como coño vamos a cambiar esto?, esto “ná má que pasa aquí”, prefieren “irse a cualquier lao y to les parece bien” y esto no quieren ni verlo. Vienen en Navida pa que lo niño vean lo reye y luego se han muerto, se van a contarnos “despue” “chiquillo que bonito esta La Línea”, “yo no sargo en argesira, yo me voy a Tárifa, esto es una mierda…”

Bueno, le dije a mi amigo, hubo un tiempo que nosotros conocimos, que no habiendo aquí gran cosa, la gente del pueblo vivía su pueblo, como en cualquier sitio, y no se aburría como dice la gente de ver las mismas caras, y se tomaba cualquier domingo por la mañana su “bermu” y se compraba su prensa y por la tarde fíjate, había hasta que hacer cola en las pastelerías, se ve que entonces había azúcar en Algeciras, ahora parece que solo la hay en los Barrios o en Tarifa que es donde hay que ir ahora a “compra durse”.

En esto subíamos por la calle Gloria a la gloria de mi pueblo que no es otra y más en Semana Santa que Matagorda, el barrio de nuestro Señor de Algeciras, al que decidimos rendir visita mientras esperábamos que pasara la cofradía de nuestro colegio. Mientras sonaban los tambores que anticipaban a nuestros oídos lo próximo del cortejo, observaba a la gente y sus reacciones. La protesta de las cuestas, la cara de asco por el empedrado y sobre todo la falta de cuido en su aspecto, casi nadie con ropa de “cristianá”, eso sí el Jueves Santo muchos de ellos se irán a Sevilla y lucirán allí sus mejores galas, “a qui pa que”. (fin I parte)

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