La encuesta del CIS. Por. Ángel Luis Jiménez

IAM/ALJ Las encuestas electorales son la instantánea de un momento, y según el actual estudio demoscópico o barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado el jueves, estos son los resultados del mes de octubre: PSOE 31,6%, Ciudadanos 21%, Partido Popular 18,2% y Unidos Podemos 17,3%.

 

 

Casado se hunde en la encuesta y el PP responde con burlas lanzando nuevos ataques contra Sánchez. Volviendo a la estimación de votos del CIS, en quinta posición se sitúa ERC, con un 4,3% -dos décimas más que en septiembre- seguidos de PACMA, con un 1,6% por ciento. El PDeCat baja al 1,9% por ciento, al igual que Bildu que se queda en el 0,8 por ciento de los sufragios.

 El CIS afirma, o advierte, que la intención de voto presentada en su informe sale de los datos directos de opinión y no suponen ni proporcionan por sí mismos ninguna estimación de hipotéticos resultados electorales -así se puede leer en la página 32 del barómetro-, y se limitan a presentar los resultados de aplicar un modelo básico que emplea directamente los datos, sin transformar o corregir lo que dice la opinión pública. Aquí no se han aplicado modelos que relacionan la intención de voto con otras variables o ponderado los datos por recuerdos de votos imputados. En este sondeo se han obviado todo ellos para que el resultado fuera de datos directos de opinión. Pero eso, no les ha gustado a todos.

Las estimaciones de la encuesta del CIS me confirman que estamos viviendo tiempos de crispación y desconcierto en los que contra toda lógica electoral el PP se pega un tiro en el pie con absurdas comparaciones educativas, que de momento se vuelven en contra, o poniendo su agenda de crispación a todo volumen y comparando Andalucía con la Cuba castrista. Pero es que los líderes de Podemos tampoco son ejemplo de nada, pues se mudan a chalet de toreros ricos, de los de antes, en cuanto tocan poder y pisan la moqueta del Congreso de los Diputados.

A Podemos lo percibo sin rumbo, perplejos y desnortados. Y lo que le ocurre a nuestros próceres también lo padecemos los ciudadanos.  Por eso a ojos de la opinión pública gana enteros el presidente Pedro Sánchez (4,16), desciende el líder del PP, Casado, (3,25) y queda Rivera de Ciudadanos con un 3,81 y Pablo Iglesias, como siempre, el último con 3,11. Esta es, a grandes rasgos, la principal conclusión del barómetro de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en lo que afecta a datos directos de opinión y a la apreciación ciudadana de los líderes políticos.  Estos resultados confirman la tendencia descrita por otras encuestas publicadas sobre las elecciones generales en España del pasado mes de septiembre. En esos estudios, los socialistas crecían ocho puntos en dos meses y ganaban los comicios con 116-120 escaños, mientras que el PP se estancaba tras su abrupta salida de la Moncloa.

Pero, ¿quién sabe? Lo cierto, es que estamos viviendo un estado de desasosiego íntimo que abona el desconcierto general con salidas públicas en Madrid (Vista Alegre) de los camisas pardas de Vox, que aun no apareciendo muy bien en las encuestas, están ahí. A eso le podemos añadir el vértigo de una desconcertante tecnología que todo lo abarca y que nada respeta.

Tememos quedarnos atrás, convertidos en obsoletos y con el riesgo de perder el empleo que tenemos, sino estamos ya en el paro. Y, claro, así no hay manera. Todo se mueve, nada permanece. Solo nos queda una certeza, la de que pese a todo, queremos ser felices. Agarrémonos a ella como guía de perplejos. ¿Vale?

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