Opinión: Cruda realidad

IAM/Opinión

A veces se tiene una sensación extraña al encender la Televisión. Nos estamos acostumbrando a tener como primeras noticias asuntos desagradables. En un solo día se nos dice que unos ancianos serán desalojados de “su rincón” de toda la vida.Quien compró hace diez años aquel patio con viviendas, ahora en ruina porque se les ha prohibido a sus habitantes de siempre conservarlas, “en justicia” exige, como propietario, el solar libre para poder construir. No es nada agradable sintonizar con la angustia reflejada en los rostros de estas personas. Repugna el titular que dice:“Un padre mata a dos hijos de cinco y catorce años y a su suegra”.No son casos aislados. Es evidente que existen problemas estructurales de desorientación y de baja autoestima personal y social. Las plataformas, en las que sube cualquiera, no siempre son vehículos de convivencia y de participación pacífica. Aparece en los medios lo siguiente: “Convocantes del asedio al Congreso el 25A facilitan tácticas de guerrilla urbana”. “La plataforma de las hipotecas necesita abogados y psicólogos”. “Enfrentados en Sevilla sobre quién apoya más al ferrocarril hasta Algeciras” “Bruselas dice que la recesión en España se puede prolongar hasta 2014.” El Ministro de Economía acaba de decir esta noche, día 12, que no subirán los impuestos”.La situación se convierte en delicada. Son muchas las personas que  perdieron su trabajo y bastantes familias se encuentran en situación angustiosa; otras, en riesgo de aumentar la lista del paro. Los comentarios de los ciudadanos  no tienen desperdicio. El pueblo, soberano del poder democrático, piensa, habla y está harto de soportar luchas y palabrería sin sentido entre políticos que no afrontan realmente la solución del problema del desempleo, de la vivienda, de la subida de impuestos etc. Las disputas entre políticos aburren e irritan a los ciudadanos responsables. Se ve con claridad que, dependiendo de si gobiernan o no, mantienen un posicionamiento u otro.           A la hora de hablar de recortes, sacrificios y cambios de algunas partes de la Constitución hay que ser honrados y no partidistas. Es necesario ver realmente lo que todavía no se ha puesto en práctica y hay que hacerlo, por ejemplo: la participación ciudadana en los asuntos públicos que se contempla en quince artículos de la Constitución. A los políticos que hablan de cambios y reformas de los artículos 0ctavo, sesenta y dos, y sesenta y cinco, uno, todavía no los he escuchado hablar de la reforma de los artículos sesenta y seis y siguientes y de manera especial el artículo setenta y uno, apartado cuatro que dice: “Los Diputados y Senadores percibirán una asignación que será fijada por las respectivas Cámaras”.  ¿Se fija esta asignación teniendo en cuenta la situación de recortes?Tal vez no sobren funcionarios, pero parecen excesivos los Asesores, los Defensores del Pueblo, 1.206 Parlamentarios Autonómicos, 1031 Diputados Provinciales, 54 Eurodiputados, 265 Senadores y 350 Diputados Nacionales. Según los datos del Congreso, cada Diputado tiene una asignación básica anual de 41.801,52 Euros sin contar pagas extras, dietas y demás prebendas. Esto supone 3.483,46 Euros mensuales, a años luz del salario interprofesional. Es urgente suprimir las duplicidades de funciones administrativas. ¿Qué pinta una Comunidad Autónoma teniendo “embajadas en el extranjero”? ¿Cómo se atreven a “subvencionar” a oscuras entidades extranjeras con dinero público?

Me dicen economistas que los gastos anteriores suponen más de 100.000 millones de Euros. Simplificando y suprimiendo entes superfluos se terminaría la injusticia social.  Evidentemente hay que dignificar la clase política, pero el que diga que entra en política para servir al pueblo que tenga la oportunidad de demostrarlo trabajando y habiendo entrado por Listas Abiertas

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