El Gobierno sí exigió al proyecto de ampliación del puerto de Valencia que protegiera las playas

Colectivos ecologistas y vecinales de Algeciras están alzando la voz ante el daño que puede ocasionar en el litoral el proyecto de ampliación del puerto de Algeciras.

Según informaron fuentes del Ministerio de Medio Ambiente a través de un comunicado de prensa, la declaración de impacto del proyecto valenciano incluía las medidas propuestas por la Dirección General para la Biodiversidad, que planteaba realizar un estudio de impacto sobre los hábitat relacionados con las mareas en las playas de El Saler y Arbre Gros.

De igual modo, se exigía una planificación de las obras para evitar la afección de las obras en la avifauna de L´Albufera y que se respetaran los objetivos del Plan Rector de Uso y Gestión de este Parque Natural.

 
 

A solicitud de la Dirección General de Calidad Ambiental de la Conselleria de Territorio y Vivienda, debía ampliarse el listado de los parámetros a controlar en el seguimiento de salida de las aguas y se estudiaría la afección del proyecto sobre el transporte y dispersión del vertido del emisario submarino del Cabanyal.

La declaración de impacto ambiental también tenía en cuenta la advertencia del promotor de que es “inevitable la existencia de variaciones en la playa de la Malvarrosa”, por lo que exigía incluir en los presupuestos una partida para realizar una aportación de arena de 185.000 metros cúbicos.

Asimismo, se desechaba la construcción de espolones o diques de defensa en la propia playa y se haría un seguimiento de ésta durante un periodo de cinco años después de finalizar las obras.

El Ministerio también elaboró una propuesta de regeneración de la playa de Pinedo conjuntamente con la Demarcación de Costas de Valencia, incluyendo la remodelación y prolongación de espigones hasta los 35 metros y una aportación de arena de 59.000 metros cúbicos.

Otra de las obligaciones era la elaboración de un plan de vigilancia ambiental tanto en la fase de construcción como de explotación, lo que permitiría “el seguimiento y control de los impactos y la eficacia de las medidas correctoras establecidas en el estudio de impacto ambiental”.

En este sentido, se advertía de que si en los estudios previstos en el plan de vigilancia ambiental se detectara una afección a los recursos pesqueros, en especial la actividad marisquera, se debería presentar un proyecto específico de medidas correctoras informado favorablemente por la Conselleria de Agricultura.

En el caso de que se detectara una posible afección a las praderas de posidonia oceánica por las operaciones de dragado y relleno, se suspenderían las actuaciones y, de acuerdo con la Dirección General de Costas, se aplicarían medidas correctoras para evitar tal impacto.

La declaración de impacto ambiental, cuya tramitación se inició en febrero de 2005, se concede sobre las obras para la creación de una nueva dársena en la zona norte del Puerto de Valencia y opta por la cuarta de las cinco alternativas propuestas.

Este proyecto planteó una nueva dársena en la zona norte exterior al dique de Levante actual, a través de la construcción de un dique exterior de dos alineaciones que la rodea, dejando abierta la bocana orientada hacia el sur.

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