Respirar duele en el campo de Gibraltar

Varias mujeres vestidas de luto. Dos hombres portando un ataúd. «Nosotros matamos, pero puestos de trabajo damos». De esta manera se escenificaba la sensación de los participantes en la manifestación convocada por la Plataforma 12 de julio, integrada por más de 30 colectivos diversos de la zona, que reclamaba «salud, clima y dignidad. Exigimos un cambio de modelo productivo en la comarca».

El incendio de un almacén de las instalaciones de Indorama en el polígono de Guadarranque el pasado martes 25 de junio fue el origen de esta concentración, en la que han tenido cabida mensajes diversos, pero todos ellos relacionados con un deseo aspiracional de contar con una comarca sin contaminación, en la que los ciudadanos puedan respirar sin que «duela».

A la manifestación acudieron personas de varios partidos políticos, pero sin portar ningún emblema o símbolo de sus formaciones. La pancarta principal rezaba «En defensa del medio ambiente y la salud de los ciudadanos». Entre las pancartas pequeñas que portaban algunas personas había todo tipo de mensajes ecologistas, como «la salud es lo primero, ¿para cuándo un estudio epidemiológico?», «el petróleo y sus derivados matan» o «¿para cuando las energías alternativas?».

En la manifestación hubo unas 3.000 personas, según los organizadores. La Policía baja el número a una horquilla entre 1.500 y 2.000. En todo caso miembros de la organización comentaban que es una de las manifestaciones ecologistas más multitudinarias celebradas en el Campo de Gibraltar.

 

A las 20:30 horas se reunieron cientos de personas en la Plaza de Armas de San Roque. Después fueron recorriendo la cuesta que les llevó hasta la Alameda, donde se leyó un manifiesto que reproducimos a continuación. Ana Muñoz Andrades, sanroqueña, técnico de anatomía patológica actualmente en paro, leyó el manifiesto.

Manifiesto de la Plataforma 12 de julio

«El clima de la Tierra está cambiando. Los efectos del aumento de la temperatura global son ya evidentes en todo el planeta, como pone de manifiesto toda la comunidad científica. El Cambio Climático es el mayor problema al que se enfrenta la humanidad en este siglo. Estamos ante una crisis medioambiental y social de dimensiones planetarias, causada por un sistema capitalista depredador y ecocida.

Las actividades humanas son la principal causa del aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El CO2, el metano y los gases refrigerantes son los principales responsables del cambio climático. El dióxido de carbono se genera mayoritariamente por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) para la producción de la energía y para el transporte, una adicción de la que no se escapa el modelo actual de desarrollo de los países industrializados. El metano se produce en cantidades ingentes desde la ganadería intensiva y por la degradación de la fracción orgánica de las basuras. Un sistema que golpea a la naturaleza, desestabiliza al clima y emponzoña el medioambiente, como podemos comprobar y sufrir en nuestra comarca del Campo de Gibraltar.

Las asociaciones ecologistas vienen denunciando desde hace muchos años los efectos nocivos de la contaminación sobre las personas, pero ha sido a partir del terrible incendio del pasado 25 de junio en un almacén de ácido tereftálico de la empresa Indorama, y la desorganización e imprevisión demostrada por las autoridades, cuando hemos sentido la indefensión y el peligro en que vivimos. La descoordinación y desinformación han sido inaceptables para toda la población afectada, además de no existir un Plan de Autoprotección para esta Comarca. Los vecinos de Miraflores, Taraguilla o la Estación de San Roque estuvieron desprotegidos e indefensos. A nadie se evacuó, ni se dijo la verdad sobre la gravedad tóxica de los humos y gases procedentes del incendio. Los habitantes de la Bahía de Algeciras desconocemos el impacto y alcance real del cóctel tóxico que vomitan las fábricas altamente contaminantes instaladas al lado de nuestras casas, en los polígonos de Guadarranque o Palmones. Tampoco se nos dan a conocer las repercusiones del tráfico marítimo que va y viene del Puerto de Algeciras ni de los submarinos nucleares que recalan en el puerto de Gibraltar o los que realizan operaciones de bunkering. La proliferación del alga Parda invasora o de la venenosa Carabela portuguesa, y la Seca del alcornocal son muestras de este desorden ambiental.

Los últimos informes presentados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas evidencian que, de no actuar pronto y con decisión, el Cambio Climático tendrá efectos muy serios sobre los elementos básicos que sustentan la vida en nuestro planeta. Las gravísimas repercusiones ecológicas y económicas, subida del nivel del mar, mayor riesgo e intensidad de sequías, olas de calor seguidas de inundaciones, huracanes… exigen una respuesta urgente frente a esta Emergencia Climática. Estos impactos ambientales recaerán de forma más agresiva sobre los territorios empobrecidos y las poblaciones más desfavorecidas, donde las mujeres y los niños, una vez más, son las víctimas más vulnerables. Las desigualdades en aumento, las hambrunas, la dificultad de acceso al agua potable, las migraciones climáticas…serán consecuencias irrefrenables.

Nuestro país está situado en una zona altamente vulnerable a los impactos del Cambio Climático. Las olas de calor y sequías recurrentes, la reducción de los glaciares, las pérdidas agrícolas y ganaderas, los incendios forestales cada vez más virulentos, las afecciones al turismo y a la biodiversidad, la destrucción de organismos y ecosistemas… conforman un escenario inquietante si no reaccionamos a tiempo.

Las repercusiones de este sistema ecocida se reflejan también en el mundo laboral, generando cada vez más personas marginadas y en riesgo de exclusión. Un sistema capitalista y un modelo de producción y de consumo que agudiza las desigualdades, degrada el medioambiente y empobrece a las poblaciones. Las repercusiones también serán sanitarias, con la irrupción de enfermedades antes relegadas a las zonas tropicales. La contaminación del aire, de las aguas y de los alimentos conforman un panorama inquietante. La prevalencia de enfermedades respiratorias, de alergias, de problemas endocrinos y de cáncer en nuestra comarca es una realidad evidente, que las administraciones y la gran industria siempre han intentado ocultar o minimizar. ¿En qué familia de la comarca no han aparecido enfermedades que están relacionadas directamente con la contaminación y la forma de vida? La exposición a sustancias potencialmente teratógenas durante el embarazo aumenta el riesgo de malformaciones congénitas en el feto y enfermedades raras. Desde hace ya muchísimos años, venimos demandando a las administraciones que se elabore un Estudio Epidemiológico que ponga de manifiesto esta realidad, reclamación siempre desoída.

Por todo ello, las organizaciones ecologistas, ecofeminista, feministas, vecinales, de consumidores, sindicatos, plataformas ciudadanas, organizaciones sociales y vecinos firmamos este manifiesto, hacemos un llamamiento a todas las instituciones para que adopten políticas urgentes y operativas para hacer frente a esta Emergencia climática y medioambiental, en esta sufrida Bahía de Algeciras tiene una expresión muy grave. Los planes municipales de acción frente al Cambio Climático son un imperativo legal, para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero que están poniendo en riesgo nuestra propia existencia.

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