Cae una banda de estafadores bancarios a nivel nacional que actuó en Algeciras

El Equipo de Delitos Informáticos y Telemáticos (EDITE) de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón puso en marcha la denominada Operación Zobel a raíz de una denuncia de una vecina de la localidad de Onda que manifestó haber sido víctima de varias estafas bancarias con un perjuicio económico de 12.000 euros.

A partir de ahí, la Guardia Civil pudo descubrir el modus operandi de una compleja organización delictiva, que se servía del método conocido como el “phising” para perpetrar los hechos delictivos.

El entramado criminal lo integraban dos células asentadas en la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía, cuyos miembros se dedicaban a la captación de “mulas económicas”, encargadas de recibir el dinero negro de terceros para posteriormente, y tras una compensación económica, blanquearlo y devolverlo a la cúpula organización a través de empresas de envío de dinero o directamente en mano a otros de sus integrantes.

La forma de operar consistía, principalmente, en el método del “phising: los cyber-delincuentes, mediante técnicas de ingeniería social, se hacían pasar por las entidades bancarias de sus víctimas y les invitaba a acceder, a través de un enlace, a la web de su banco, reproducida al detalle pero que en realidad les dirigía a una web falsa o “fake” controlada por los estafadores.

Una vez en la web de su dominio se les solicitaba que confirmasen los datos de acceso a su cuenta, o que realizasen el cambio de los mismos por motivos de seguridad, obteniendo así el control total de la cuenta.

Posteriormente, realizaban transferencia de todo el saldo existente a través de un conocido servicio que las entidades bancarias han incluido en sus aplicaciones para el envío inmediato de dinero, llegando a pedir, en alguna ocasión, préstamos a nombre de sus titulares.

Finalmente, el dinero, ya en cuentas controladas por la organización, era extraído de cajeros por las “mulas” y entregado en metálico a los escalones superiores de la organización delictiva, quedándose una parte del dinero recaudado en pago por su labor.

Según la investigación de la Guardia Civil, la organización realizó alrededor de 490 trasferencias con el dinero estafado, lo que ha causado perjuicio económico a 227 personas, y ha generado un beneficio a la banda de unos 500.000 euros durante los años 2018 y 2019, aunque las cifras no están cerradas pues continúan recibiéndose denuncias por estos hechos.

Se han investigado algo más de 290 cuentas de entidades bancarias nacionales utilizadas por la organización para transferir el dinero de las estafas entre sus miembros para, de esta forma, complicar la labor de los investigadores en el seguimiento de la trazabilidad del dinero.

Tras un arduo proceso de investigación, los guardias civiles han identificado a 38 miembros de la citada organización criminal, han detenido hasta la fecha a 23 personas e investigado a otra por los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa y blanqueo de capitales.

La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Nules.

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