Los 85.000 euros intervenidos a Antonio Tejón eran de su expareja: «Los pedí para montar un gimnasio»

Pese a que las fiestas, salidas a discotecas, reuniones, viajes a Ibiza, Marruecos o La Habana que realizaba asiduamente el menor de los hermanos Tejón Carrasco (Francisco) se están llevando el protagonismo del macrojuicio contra el clan de ‘Los Castañas‘, la quinta sesión, en la que se han seguido tomando declaraciones de testigos tanto de Fiscalía como en esta ocasión aportados por la Defensa, ha contado con un momento clave que ha puesto el ‘foco’ sobre Antonio y el hallazgo de casi 100.000 euros en efectivo en uno de sus domicilios.

La quinta vista oral comenzó tal y como se dejó en el anterior día. Volvían a pasar por el estrado de forma virtual diferentes agentes de la Policía Nacional que estuvieron detrás de las investigaciones contra la organización criminal acusada de narcotráfico mediante vigilancias, escuchas e incluso en ocasiones, persecuciones contra vehículos. Todos coincidiendo en los mismos argumentos y recuerdos: los hermanos Tejón Carrasco son los líderes de la organización, cambiaban de forma constante de vehículos y teléfonos que solían estar a nombre de terceras personas y no tuvieron, en ningún momento de las pesquisas, constancia de que desarrollasen alguna actividad laboral lícita. Pero fue en el momento en el que comenzaron a entrar por la puerta de la sala los testigos presenciales de la Defensa cuando Antonio Tejón volvió a tomar protagonismo.

85.000 euros escondidos en una mochila bajo un canapé
Cuando se tuvo la orden de registro en los diferentes domicilios de los miembros de la organización, en una de las casas de Antonio Tejón se hallaron un total de 85.000 euros ocultados en una mochila de niños que estaba escondida debajo un canapé. En la vivienda se encontraba su expareja, que por aquel entonces seguía manteniendo vínculos con el ‘capo’ aunque su relación «estaba rota o casi rota», siendo detenida por la Policía posteriormente. A respuesta de la letrada del mayor de los hermanos, la testigo ha admitido que ese dinero incautado le pertenecía a ella ya que pidió, según explica, un crédito a un prestamista para invertir ese dinero en montar un gimnasio.

«Intenté pedir un préstamo al banco y no me lo dieron. Yo tenía que hacer un futuro con mis hijos. Quería ese dinero para montar un gimnasio, ya tenía presupuesto de máquinas y el lugar. Pero no se llegó a montar nada de nada porque el dinero se lo llevaron. Yo tengo curso de fitness», explicó en respuesta a la pregunta de la letrada de Antonio Tejón.

La expareja sentimental del presunto líder continuó relatando y aseguró que ese dinero intervenido aún lo sigue pagando, gracias a su trabajo haciendo uñas y masajes de masajes de maderoterapia, con cuotas mensuales de doscientos euros, y concluyó, «lo seguiré abonando de por vida«.

A la pregunta realizada por parte del Ministerio Fiscal sobre si conocía la profesión de Antonio, la testigo explicó que Antonio vivía del trabajo que realizaba en su taxi y vendiendo parcelas, pues «era muy conocido en La Línea. Nunca supe que participaba en actividades delictivas. Cuando se produjeron los registros yo no mantenía contacto apenas con él, no estábamos juntos. No hablo con él, para los niños y poco más».

Escuchas y vigilancias centran la macrocausa
Las intervenciones telefónicas y las vigilancias siguen aunando el peso de la investigación. En esta nueva jornada, en la que la Defensa sigue defendiendo que no hay pruebas que incriminen directamente a algunos de los acusados, agentes de la Guardia Civil han afirmado que durante los operativos que realizaban para acabar con la red delictiva, en todo momento se siguieron los protocolos oportunos de entrega de la droga intervenida.

Las entregas se hacían de forma correcta a las autoridades y «atendían a todos los estándares», explicaron dos de los guardias llamados a declarar. No obstante, pese a la información que admitieron los dos agentes, el abogado de la Defensa de Isco Tejón, Gonzalo Boye, siguió interesándose por cómo se llevaron a cabo cada procedimiento de entrega, transcripción de llamadas, la recopilación de información de vigilancia en las actas e incluso preguntó a un agente de Asuntos Internos «si se podían manipular las transcripciones».

Los testigos también ha situado un conocido bar de Palmones como lugar de encuentro de los presuntos implicados, así como la Avenida de las Golondrinas, donde poseían viviendas en las que guardaban las embarcaciones que utilizaba la organización para pasar presuntamente la droga entre Marruecos y el Estrecho.

Por lo que otra jornada en la que los agentes de Fuerza y Seguridad del Estado han vuelto a ratificar el atestado recogido y por el que se les imputan a unas penas de 20 años de cárcel a los dos líderes del clan, Isco y Antonio Tejón, el juicio se reanudará este viernes en la Audiencia Provincial de Algeciras.

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