Policía Nacional y Guardia Civil aumentan su despliegue en La Línea para lograr “la vuelta a la normalidad”

Así lo ha anunciado la Subdelegación del Gobierno tras la reunión extraordinaria y urgente de la junta local de seguridad celebrada esta tarde por videoconferencia, en la que han participado, además del subdelegado, José Pacheco; el alcalde de La Línea, Juan Franco; representantes del Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y responsables de Policía Nacional, Guardia Civil, la unidad de Policía Adscrita a Andalucía y Policía Local.
En una nota, la Subdelegación explica que los representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han expuesto que los altercados en La Línea son “sucesos muy localizados en el tiempo y en el espacio, efectuados por algunos grupos de personas”.
Para conseguir erradicar estos disturbios se está llevando a cabo “una importante labor de contención”, añaden.
Además, han reiterado la “total coordinación y apoyo” entre los agentes de los distintos cuerpos de seguridad, que van a aumentar su despliegue para conseguir “la vuelta a la normalidad lo antes posible”.
Por otra parte, han informado de los avances en las investigaciones que están realizando para aclarar los hechos y “determinar los responsables del vandalismo y la violencia que está sufriendo el municipio”.
Así, el dispositivo de seguridad, que en un primer momento estaba formado por 70 policías nacionales y 50 guardias civiles, contará con un incremento de efectivos “a partir de esta misma noche”, ha explicado el regidor linense.
De esta manera, Franco espera que “la sensación de impunidad que en estos momentos tienen los individuos que están llevando a cabo estas actuaciones se termine” a través de “una actuación policial decidida”.
El alcalde de La Línea ha expresado su deseo de que este refuerzo “acabe por fin con esta situación tan indeseada” y se recupere la normalidad “después de tres noches, fundamentalmente, que se están convirtiendo en una pesadilla”.
Franco ha recordado que estos altercados tuvieron como detonante el “desgraciado incidente del lunes”, en referencia al naufragio de una embarcación sospechosa de dar apoyo logístico a una narcolancha, en el cual murieron dos hombres, de 19 y 51 años.
La denuncia, por parte de familiares y allegados de las víctimas, de omisión de auxilio por parte de las fuerzas de seguridad que intervinieron en el suceso, desmentidas por las autoridades, provocó el inicio de una escalada de violencia en la localidad, con agresiones a los agentes y numerosos incendios.
“Está habiendo algaradas, sobre todo en horario nocturno”, explica el alcalde, quien ha alertado de que los altercados, que comenzaron en los barrios de La Atunara y San Bernardo, “se ha extendido” a los de Mirasierra y Sagrado Corazón.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *