Kevin Doyle, en busca de la vida…

IAM/Pymestracho Escuché hablar de él muchas veces antes de conocerle, tiene algo especial que deja huella, su humor, su viajera vida, su concepto de ésta, su amor por la música…trabajó en Algeciras y Tarifa, vive y vivió ambas ciudades desde hace 25 años, tiene mucho que contar, piensa que Gibraltar será español…. descubra la mirada genuina e interesante de Kevin Doyle. FOTO TOMOYUKI HOTTA

 

 

Trabajó en las grúas de Algeciras, habla español con su peculiar acento “guirifeño” (así lo hemos respetado en la entrevista), es sin duda una de las personas que cambiaron el concepto de Tarifa, La Jaima o El Bienstar, dos iconos de la movida tarifeña fueron culpa suya, camino de Portugal tuvo un accidente y allí se quedó…a vivir, “nunca me llegaron las piezas de repuesto”…. ¿Cómo terminaste en Tarifa?

 

KD: Empecé en Australia…me divorcié, luego viví un par de años en Asia y decidí volver  hace más o menos 25 años al continente, me compré una moto Harley Davidson, muy potente y le di una vuelta a Europa durante dos años. Camino de  Portugal sufrí un accidente muy fuerte en la carretera de Tarifa, lo que me impidió andar por casi 8 días, de eso hace ya casi 23 años.En ese entonces me hospedé en un hotel de Tarifa, por las mañanas me tenía que levantar para curarme las heridas, estaba “hecho polvo”. Luego tenía que llevar la moto a un taller, donde aún están buscando los repuestos.Pensé en conocer Tarifa un poco y me  gustó mucho, buscaba un pueblo pequeño, tranquilo para pasar un par de años y no 25. Pero me enamoré de Tarifa y de una chica española.

¿Cómo era la Tarifa que tú conociste hace 25 años?

 

KD: Era muy española. No había tanto turismo, no había carreteras, por lo cual era muy difícil llegar allí e incluso había 8 o 9 tiendas. Además tenía tiendas y cafeterías muy de pueblo, me encantaba. Hoy en día hay bares de moda, discotecas, competencias de Windsurf, bueno hoy ya todos sabemos que es Tarifa.

 

¿De qué vivías en aquella época en Tarifa?

 

KD: En principio, yo soy ingeniero y monto grúas. En Algeciras he encontrado trabajo montando precisamente grúas donde duré 2 años, allí manejaba los sistemas electrónicos. Me quedaba pasta de Australia y estaba viviendo de esto. Luego iba a trabajar en un hotel, se llama 100% FUN, montando toda la instalación eléctrica y ya después me quedé trabajando en el bar cuando me propusieron ser Barman.  

¿Cómo era el Algeciras de hace 25 años para un londinense irlandés?

 

KD: Era curioso. A mí me gustaba mucho Algeciras. Salí de Inglaterra con la idea de aprender español con los españoles, no con otros ingleses. En aquella época, Algeciras no tenía muchos extranjeros. El puerto era un poco más peligroso que hoy en día. A Algeciras la han limpiado mucho y la economía mejoró. Por un lado era un poco triste pero por otro me gustaba mucho el ambiente. 

 

-En los dos años que estuviste trabajando en Tarifa, ¿viviste en Algeciras?          

 

 KD: No, siempre en Tarifa. Vivía en una casa del campo, cerca de la montaña. Vivía en una finca, con dos perros y unos amigos. 

 

-¿Qué recuerdas del puerto de Algeciras de hace 25 años?

 

KD: El puerto era diferente en ese entonces. Edificios antiguos, muy “dejado”. Hoy, “le han hecho un gran esfuerzo”. Antes se veía mucho la pesca y muy pocos contenedores. Es un puerto moderno el de hoy, con buenos accesos.

-¿Recuerdas alguna anécdota de aquellos días?

 

 KD: Estaba trabajando con españoles y los viernes por la noche se iban a beber a Los Lagos, para despistar a sus parejas del aroma de los perfumes, se aplicaban un poco de gasolina y luego decía que habían tenido problemas con el coche. (Risas). Yo les decía ¿Todos los viernes decís que tenéis  problemas con el coche?.  Y me dicen, no a veces vamos los jueves.

 

-¿El algecireño es especial?

 

KD: Son especiales por un buen vino que se producía hace algunos años en Algeciras llamado “Vino Especial”. Yo la he pasado muy bien en Algeciras porque salía con amigos, conocí mucha gente en muy poco tiempo. En esta ciudad, en solo 6 meses, ya parecía conocer a todo el mundo.-En estos últimos 25 años en Algeciras, ¿cómo la ves?

 

KD: Ha cambiado de una manera brutal. Hay varios libros ingleses que hablan de Algeciras muy bien, la zona del paseo marítimo era un lugar colonial, el río de la miel La ciudad tiene gente de todo el mundo debido a que tiene conexión con Marruecos. En los años de Franco, en mi opinión, fueron estropeados.

 

-¿El concepto de “ocio” en Tarifa es igual que hace 25 años?

 

KD: Tarifa era curioso porque era un pueblo militar. La isla estaba llena de niños haciendo la “mili”. Hace 25 años estaba muy “dejado”, en realidad no estaba muy bien cuidado. Me gustaba la autenticidad de sus lugares. Conocí a una chica que tenía un bar, loquísima, guapa y simpática. Estuvimos juntos 23 años, tenemos dos niñas y ella actualmente tiene un bar de rock en el centro. Era su negocio y yo también estaba ayudando con el bar. Éste está hace 15 o 18 años. 

-¿Qué significó “La Jaima” para Tarifa?

 

KD: “La Jaima” era icónica. Era el fin de todas las noches de verano. En los primeros tres años no porque estaba “El Balneario” y estaba justo al pie de la playa, pero cuando lo cerraron, “La Jaima” fue una locura: DJ´s, personas comiendo fuego, gogos…

 

-¿Se puede decir que es el inicio de la Tarifa lúdica de la actualidad?  

 

KD: Yo diría que comenzó con “El Balneario”, sin embargo, luego de unos años todos en Tarifa acababan en “La Jaima” y era genial. Yo tenía fiestas de 24 horas porque podías hacer cosas que no se pueden hacer hoy en día, tenía gente bailando al medio día en bikini… (Risas).

 

 -¿Por qué acabó “La Jaima”?

 

KD: Porque no estaba muy conforme. Tenía cuatro contenedores y ya había algunos conflictos con la policía pese a 10 años de concesión. Pusimos otro en el polígono pero no funcionaba porque había cinco discotecas más.   

-¿Prefieres la Tarifa de antes o de ahora?

 

KD: Prefiero la de antes. Yo prefiero estar buscando la vida en vez de tener la vida buscada. Abrir un sitio en cualquier parte de Europa conlleva seguir las reglas. No soy criminal pero me gusta estar al margen de las reglas. ¿La gente de fuera empezó a venir a Tarifa? 

 

KD: Sí, indudablemente. En aquella época, los extranjeros se notaban más en verano. Cuando yo llegué había una comunidad muy grande de alemanes, muchos italianos y unos cuantos ingleses. En verano había muchos alemanes por el tema del Windsurf. Sin embargo, Tarifa no ha sido un sitio predilecto para el turista inglés. 

 

-¿Y el siguiente paso?

 

KD: El siguiente paso fue estar probando fuera, como en Alemania, Holanda, Francia. Yo ya tenía 45 años y estaba un poco “quemado” de los hoteles, habitaciones, puertos y el trabajo. Entonces, abrí un restaurante en la carretera. En ese momento estaba viviendo con mi familia y estaba feliz. Quería cambiar el negocio, con la llegada de los controles de alcohol en la carretera, se acabó…Yo siempre había querido crear un restaurante en el casco antiguo de Tarifa y monte La Paz.

Hasta entonces seguía esperando los repuestos de la moto (risas) Después de cerrar el restaurante “La Paz”, me dediqué a hacer traducciones, revistas, DJ y descansando más que nada. Me encantaba “La Jaima”, pero con 60 años ya no era lo mío. “El Bienestar” ha sido una suerte. Un antiguo socio de “La Jaima” tenía un chiringuito en la playa, pero estaba en un sitio malo. Los vecinos se quejaban mucho y luego de la pelea con sus socios me ha llamado a mí. A Francis lo quiero mucho, es un “coñazo” de tío. (Risas). Hemos montado “El Bienestar” pero no sé cómo hemos conseguido los permisos. Es un chiringuito de playa abierto todo el año. En “El Bienestar” hemos hecho precios muy razonables. Allí iban extranjeros, sevillanos, gente de Granada y por supuesto tarifeños. 

-¿Es verdad que hay una diferencia de precios al tarifeño y al que no es de Tarifa?

 

KD: Sí. Hay que entender que Tarifa no es una suite de ricos. Hay personas que no son pobres pero que si consiguen su día a día. En Sevilla cobran por un cubata desde 3.50 euros y una cerveza vale 1 euro. En Algeciras pasa algo similar. Yo creo en los tarifeños, por ello no los contemplé como turismo pues no está todo el año. 

 

-¿Qué pasa con los chiringuitos ahora?

 

KD: No sé qué está pasando. Han pasado casi dos años y aún no han montado nada con lo de la concesión. Está pasando mucho con locales y bares de Tarifa, pues viene gente de afuera, ve los bares abarrotados y cree que eso es todo el año, suben los precios, pero el error es que no es todo el año. Los concesionarios de ahora  me han hecho ofertas por “El Bienestar” a las que yo he dicho que no, están fuera de mercado, una pasta Muchos pillan un  chiringuito  por capricho y con inexperiencia. 

 

-¿Montar un negocio en Tarifa requiere de una “fórmula mágica”?

 

KD: Eso depende del tipo de negocio. El problema de Tarifa es que hay muy poca originalidad. Hay cientos de tiendas de surf, pero cada año unas 20 desaparecen. Esto se debe a que hay mucha oferta. De hecho, mis hijas no entran a esas tiendas porque todo lo compran por internet. Yo no recuerdo la última vez que entré a una. Cuando quiero comprar algo, simplemente entro a internet. El secreto de Tarifa es montar algo con mucha profesionalidad. Lo más importante para mí son los empleados. Busco gente simpática, que sonría y tenga muchas ganas. Tal vez eso sea la mitad del negocio. Los empleados y yo hacemos el ambiente. Yo le he dado trabajo a muchos tarifeños. Están enchufados con la movida de Tarifa, son jóvenes y traen gente. Me gusta dar trabajo a gente local. 

 

-Eres londinense, irlandés, tarifeño…

 

KD: Guirifeño. Mis pasaportes son de Nueva Zelanda e Inglaterra. El primero lo voy a cambiar a Irlanda y el segundo por el tema del Brexit. 

 

-¿Quién era Kevin antes de llegar a Tarifa?

 

KD: Mis padres emigraron a Londres en búsqueda de trabajo en la época de 1940-1950 como muchos irlandeses. Irlanda tenía muchos problemas. Era un país rural, sin industria, estaba dominado por los ingleses. Mi barrio era irlandés y no conocía a ningún inglés hasta que terminé mis estudios. En mi primer colegio las monjas eran irlandesas, en el segundo colegio, las hermanas también lo eran. Luego me fui a hacer una carrera de electricista, después una extensión para el manejo de grúas y me fui viajando. La primera vez que me fui de casa fue al sur de Francia a los 16 años para la vendimia. Allí trabajaba con españoles del País Vasco y de Cataluña. Luego, me fui a Nueva Zelanda por tres años. Terminé mi carrera y empecé a trabajar en las grúas. Por Estados Unidos y Sudamérica viajé por cuatro años seguidos. 

-Háblame un poco del Brexit y de Gibraltar…

 

KD: Yo entiendo a los ingleses porque he vivido con ellos. Da pena que un país que siempre tuvo las puertas abiertas a los extranjeros y les dio refugio a los comunistas como por ejemplo, Karl Marx. Él escribió su manifiesto en Inglaterra. Había un montón de gente de todo el mundo. Por miedo, racismo e ignorancia, han comenzado a cerrar sus puertas. Son razones que entiendo más no comparto. Esto se debe a una serie de políticos que están usando este tema para sus propios beneficios. Yo he visto cambios en España, Inglaterra, Portugal… El nivel en España ha subido un montón por el tema de la calidad de vida, infraestructura y han beneficiado mucho a Europa. 

 

Y respecto a Gibraltar…

 

KD: Los ingleses llevan 300 años excavando allí. Tiene su gracia por tener las cabinas telefónicas rojas, las calles y los productos ingleses. Tiene gracia como Mónaco o Hong Kong, pero el otro lado es español. Hay mucha gente de Gibraltar que gana muchísimo dinero. No quieren cambios allí por intereses propios. Si Gibraltar vuelve a España tendría que trabajar como los demás y despedirse de ciertos lujos como buenos sueldos, gasolina barata y lujosas viviendas.

 

-¿Cómo ves el futuro con el Brexit?

 

KD: Yo creo que van a hacer un acuerdo especial con España. Para mí, Gibraltar tiene que volver a España. Pero, no podemos hacer como en los años de Franco porque La Línea vive de Gibraltar. Si cierran la frontera otra vez, muchas personas quedarán sin empleo. En principio, creo que harán un tipo de transición controlada por los dos gobiernos. Luego, con un plan de 10 años, la devolverán a España..

-¿Qué piensas de Picardo?

 

KD: A Picardo no lo conozco. La verdad es que nunca voy a Gibraltar. Si yo voy a allá es porque tengo que recoger a alguien en el aeropuerto. En realidad no estoy al día con la actualidad de este lugar.

-¿Qué es la música para ti?

 

KD: La vida. La música es mi vida y siempre me ha gustado todo tipo de música, menos sevillanas. Me llena la vida.

-Un chiste que sepas de los españoles…

 

KD: Hay un alemán tomando una copa, Hans, y de repente entra su amigo español, José.

• -José: Hans, ¿cómo estás?

• -Hans: Muy bien, muy bien. 

• -José: No te he visto en mucho tiempo.

• -Hans: He estado trabajando, no tengo mucho tiempo.              

• -José: Joder Hans, tu español está estupendo. Has mejorado mucho.

 • -Hans: He estado practicando mucho, pero hay algo del español que no entiendo El alemán tiene su lógica. Pues en español no todo tiene su lógica. Por ejemplo, los superlativos no tienen lógica.

• -José: Dame un ejemplo.

• -Hans: Bueno, muy bueno, de puta madre…lejos, muy lejos, a tomar por culo….                          

 

 -Un libro, una cita, una película y una canción…

 

KD: Un libro “The Catcher in the Rye”, trata sobre una persona con 18 años y problemas mentales, busca surgir en el mundo.

La Ilíada de Homero, este libro lo he leído 25 veces.

Me encantan las películas de gánsteres.    

Kevin disfrutó como muchos de la cata que había organizado la distribuidora D`Rorros ese día, el día de la entrevista, vinos de 13 bodegas (4 ó 5 referencias por bodega) repartidos por stands en los salones y jardines de Puro Estrecho, saludó a muchos, tiene muchos amigos en Algeciras, le quieren. Kevin back. 

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